El menor de 17 años que asesinó a puñaladas este domingo a una familia en la localidad santafesina de Josefina no estaba borracho ni drogado. Ese es el resultado de un informe de toxicología pedido por la jueza de menores de Rafaela, Liliana Spagioni.

Aunque en principio el joven negó haber participado del crimen, arrinconado con pruebas y testimonios finalmente confesó a la policía que había sido el autor de los asesinatos.

La tragedia ocurrió el último domingo en Josefina, una comuna del departamento Castellanos ubicada a 130 kilómetros de la capital provincial.

El adolescente ingresó con fines de robo en una casa que, pensaba, estaba vacía. Pero adentro se encontró con una familia, a la que ultimó a cuchillazos. Mató a una mujer de 38 años y tres de sus hijos: una nena de 13, un varón de 9 y otra nena de 7.

La única sobreviviente fue una nena de 4 años que habría logrado esconderse dentro de una alacena de la cocina.