Diseñadores del Reino Unido crearon el auto más rápido del mundo que podría salir a pista en 2011. El vehículo se llama Bloodhound y se cree que alcanzará una velocidad de más de 1.610 kilómetros por hora.

El coche contará con el cohete híbrido más grande que se haya construido en el Reino Unido. El modelo Bloodhound aprovecha parte del diseño que se utilizó en la construcción del Thrust SSC, un automóvil que tenía características similares y también iba a alta velocidad. Además llevará un motor del avión de caza Eurofighter montado sobre un cohete híbrido.

Bloodhound es un proyecto privado y, aunque cuenta con un apoyo del Ministerio de Defensa británico, aún necesita unos16 millones de dólares para poder terminar el proyecto.

Entre los patrocinadores centrales están el gigante del aeroespacio Lockheed Martin, que ayudó en el diseño de las llantas de aluminio, e Intel, que apoyó en el trabajo de modelaje facilitando uno de los más grandes sistemas computacionales.