Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los países iberoamericanos necesitan 55.000 millones de euros (unos 81.730 millones de dólares) en la próxima década para recuperar el tiempo perdido y conseguir logros como la universalización de la enseñanza básica, acabar con la deserción escolar y mejorar los rendimientos académicos.
La Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) plantea que los grandes contribuyentes del fondo sean la Unión Europea, las agencias de cooperación de países europeos y de Estados Unidos, España y el Banco Mundial, así como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que ya se ha comprometido a ello.
La secretaría general de la OIE ha elaborado el documento de debate y propuestas para el proyecto "Metas educativas 2021. La educación qué queremos para la generación de los Bicentenarios" (de independencia), acordado por los ministros de educación reunidos en El Salvador en mayo de 2008, y que aprobarán dentro de un año los jefes de Estado y Gobierno.
Aparte de los objetivos generales para la región, cada país se pone unas metas propias en función de su situación inicial, sus intereses y prioridades, dada la disparidad socio-educativa entre estados y dentro de cada uno de ellos.
Entre otros objetivos, Marchesi citó que los alumnos estudien al menos 12 años, a lo que se acercan Argentina, Chile o Uruguay, mientras que la escolarización media es de sólo 5 años en Guatemala, insistió en que el plan no podrá cumplirse si no hay compromiso de cada país en sus objetivos y en su financiación.
Para conseguir las metas, se desarrollarán programas integrales e intersectoriales, de tal forma que toda la responsabilidad no caiga sólo en el sistema educativo, sino en los municipios, sectores sociales, sanitarios, de investigación y empresas.
La inversión se distribuirá en programas de acceso a los sistemas regulares de enseñanza, alfabetización y educación permanente de adultos, mejora de la calidad, apoyo económico a las familias para que se comprometan al estudio de sus hijos e innovación en la enseñanza, entre otros apartados.
Fuente: EFE
La Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) plantea que los grandes contribuyentes del fondo sean la Unión Europea, las agencias de cooperación de países europeos y de Estados Unidos, España y el Banco Mundial, así como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que ya se ha comprometido a ello.
La secretaría general de la OIE ha elaborado el documento de debate y propuestas para el proyecto "Metas educativas 2021. La educación qué queremos para la generación de los Bicentenarios" (de independencia), acordado por los ministros de educación reunidos en El Salvador en mayo de 2008, y que aprobarán dentro de un año los jefes de Estado y Gobierno.
Aparte de los objetivos generales para la región, cada país se pone unas metas propias en función de su situación inicial, sus intereses y prioridades, dada la disparidad socio-educativa entre estados y dentro de cada uno de ellos.
Entre otros objetivos, Marchesi citó que los alumnos estudien al menos 12 años, a lo que se acercan Argentina, Chile o Uruguay, mientras que la escolarización media es de sólo 5 años en Guatemala, insistió en que el plan no podrá cumplirse si no hay compromiso de cada país en sus objetivos y en su financiación.
Para conseguir las metas, se desarrollarán programas integrales e intersectoriales, de tal forma que toda la responsabilidad no caiga sólo en el sistema educativo, sino en los municipios, sectores sociales, sanitarios, de investigación y empresas.
La inversión se distribuirá en programas de acceso a los sistemas regulares de enseñanza, alfabetización y educación permanente de adultos, mejora de la calidad, apoyo económico a las familias para que se comprometan al estudio de sus hijos e innovación en la enseñanza, entre otros apartados.
Fuente: EFE
