Hace más de diez años que Daniela Galíndez vive una pesadilla. César, su ex pareja, comenzó a golpearla en 2009 cuando esperaba su primera hija con él. Y aunque logró separarse él todavía la atormenta. En febrero pasado la sorprendió en la calle y le propinó una brutal golpiza. Este miércoles por la noche casi repite la escena pero su actual pareja se interpuso y sufrió los puñetazos en su lugar.

En la puerta de la Fiscalía, Daniela se mostró desesperada. En contacto con el periodista Daniel Amoroso de El Tres, dijo que tiene una carpeta llena de denuncias pero que la Justicia no hace nada. El botón de pánico tampoco le sirve de mucho. Este miércoles lo activó cuando vio a César pero la policía llegó demasiado tarde.

La restricción de acercamiento que pesa sobre su ex, menos. Por orden judicial tiene que mantener una distancia de al menos 200 metros, pero vive a media cuadra suya.

“No puedo salir a hacer mandados, no puedo trabajar. Sufro ataques de pánico”, dijo.

“La única solución es mandarme a un refugio. La presa tengo que ser yo, no lo voy a permitir, me parece totalmente injusto”, se quejó y disparó: “No se qué esperan para actuar, ¿que yo esté en un cajón y mis hijos huérfanos? Lo que quieren es que sea una menos”.