Rafael Bielsa seguro está preparado para responder críticas en el terreno santafesino de cara a la disputa por la gobernación en su carácter de pre candidato del Frente para la Victoria, pero la acusación de "no ser garantía de nada" provino de tierras lejanas.  

El candidato a presidente de Ecuador, Rafael Correa, cargó este sábado contra el titular de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en ese país para controlar ese proceso democrático, el ex canciller Bielsa. El candidato de la izquierda que lidera las encuestas de cara a las elecciones de este domingo señaló que el trabajo del jefe de la misión está "totalmente sesgado porque se ha involucrado en la campaña electoral ecuatoriana y ha tenido expresiones totalmente inoportunas".

"Su presencia no es garantía de nada", agregó Correa, que denunció al pre candidato a gobernador de Santa Fe  ante el organismo internacional que oficia de veedor en las elecciones presidenciales en Ecuador y pidió su remoción.

El cruce se originó luego de que el director de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Ecuador, Alexis Ponce, aseguró que Bielsa ve inconveniente la elección de Correa por considerarlo un  “populista de izquierda”. Según Ponce, Bielsa también le manifestó en una reunión privada que estimaba inconstitucional la propuesta de Correa de convocar una Asamblea Constituyente con plenos poderes mediante una consulta popular.

“Jamás dije que el señor Correa sea un populista de izquierda, porque no es lo que pienso. Tengo testigos de no haberlo dicho”, aseguró Bielsa, según cita El Comercio de ese país.

“Lo que puede haber hecho es preguntarle a la Asamblea cuál era su punto de  vista sobre la constitucionalidad del llamado a una Constituyente, de ninguna  manera pronunciarme al respecto. Desmiento ambas cosas tajantemente”, agregó.

Según publica el diario digital El Universo bajo el título "Movimientos sociales piden renuncia de Rafael Bielsa como veedor de la OEA" , "los movimientos sociales acusan al argentino Bielsa de «no haber denunciado que el Tribunal Supremo Electoral tres días antes de los comicios hizo cambios a la ley de asignación de escaños para favorecer a la partidocracia y permitirle que nuevamente tenga el control del Congreso Nacional»".

Además, acusan a Bielsa de "ignorar" una petición para auditar el software que se va a utilizar para la recopilación rápida de datos, pues consideran que "no es seguro".

Por su parte, Bielsa negó las acusaciones. "Me toca manifestar mi absoluta sorpresa. No me he apartado un milímetro del mandato de la OEA en mis declaraciones y el resto de las observaciones de la OEA sobre el proceso electoral han sido sumamente rigurosas", manifestó Bielsa. 

El ex canciller, que esta semana protagonizó en curce con su competidor en las internas del justicialismo santafesino, Agustín Rossi, ahora debió responder al posible futuro presidente de Ecuador. "Hemos sido muy celosos en el cumplimiento de nuestro deber y no entiendo cómo la responsabilidad puede ser motivo del pedido de abandono de la presidencia de una misión", dijo Bielsa.

La elección

Cerca de 9 millones 200 mil ciudadanos irán este domingo a las urnas en Ecuador, en unos comicios presidenciales que guardan dos incógnitas: ver si alguno de los candidatos alcanza la mayoría para evitar una segunda vuelta y, si esto no ocurre, quienes son los que lograrán el pase al ballotage. Los favoritos son Rafael Correa, amigo del mandatario venezolano Hugo Chávez, y el populista de derecha Alvaro Noboa, que busca forzar un ballotaje

Son 13 los postulantes inscriptos para pelear por la jefatura del Estado, aunque también estarán en juego 100 diputaciones, 5 plazas para el Parlamento Andino y concejalías y consejerías comunales, que los ecuatorianos votarán en 36.600 mesas.

Todos los analistas y las últimas encuestas predicen una segunda vuelta, en la que el izquierdista Rafael Correa parece tener asegurado un lugar, mientras persisten las dudas sobre si la otra boleta de ese ballotage será la del populista Álvaro Noboa o la del socialista León Roldós. La centroderechista Cynthia Viteri, en cambio, parece fuera de la discusión.

Buena parte de la suerte de esta compulsa pasa por cómo jugará su voto el fuerte porcentaje de indecisos que registraron los sondeos y el alto número de indígenas, que tras haber protagonizado varios alzamientos en los últimos años, ahora dividen sus preferencias.

Los comicios son mirados con atención por países vecinos, porque definirán si Ecuador se suma a la "ola izquierdista" que abrieron el venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales, o elige la "vía centro-moderada" que encarnan el colombiano Álvaro Uribe y el peruano Alan García.

Desde 1996, por el Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo, pasaron Sixto Durán Ballén, Abdalá Bucaram, Fabián Alarcón, Jamil Mahuad, Gustavo Noboa, Lucio Gutiérrez y Alfredo Palacio, el encargado de entregarle el mando a quien gane mañana o el 26 de noviembre, fecha de la segunda vuelta.

Para que no haya otra compulsa, cualquiera de los candidatos debe sumar más del 50 por ciento de los sufragios, o más del 40 pero con 10 puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, algo que nadie cree en Quito que pueda ocurrir.

Los candidatos

Correa, candidato de la Alianza País, representa una suerte de izquierda antisistema: se declara amigo de Hugo Chávez, planea una Asamblea Constituyente que disuelva al Congreso -por eso no lleva candidatos a diputados- y rechaza un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.

Católico, de 43 años y con un breve paso por el Ministerio de Economía, Correa despierta simpatías entre los desencantados de la política y, consecuentemente, genera alguna alarma en sectores empresariales, temerosos de cambios radicales.

Noboa, en tanto, el empresario más rico del país, es postulado por el Partido Renovador Institucional de Acción Nacional, con el que buscará por tercera vez la presidencia. En las dos anteriores llegó al ballotage, pero perdió.

El magnate bananero, dueño de un centenar de empresas, que agita el fantasma de la izquierda y basó su campaña en un impresionante reparto de alimentos, medicamentos y hasta dinero, creció en las encuestas hasta alzarse con serias chances de llegar otra vez a la segunda vuelta.

Distinta parece la suerte del León Roldós, el aspirante de Izquierda Democrática-RED, quien fue vicepresidente entre 1981 y 1984, es abogado y hermano del ex presidente Jaime Roldós. Ya fue candidato en 1992 y 2002, y aunque ahora arrancó primero en los sondeos fue progresivamente cayendo en intención de votos.

Las elecciones serán claves también para analizar el futuro de la economía de un país pleno de paradojas: tiene muchas riquezas y grandes sectores de la población es pobre, vive un boom de consumo pese los precios dolarizados y los salarios bajísimos y no existe prácticamente salud y educación gratuita.