Cualquier argentino medianamente informado está completamente indignado cuando comprueba cómo el gobierno nacional –por medio de un grotesco secretario de Estado– está desmantelando el Indec y adulterando las estadísticas económicas y sociales.

En esta recensión se quiere manifestar que este operativo de barbarie significa un agravio, un insulto y un ultraje a la ciudad de Rosario. Porque el Indec y el prestigio científico que internacionalmente adquirió la estadística argentina, fueron originados y dependieron de un núcleo de rosarinos ilustres que brindaron generosamente su inteligencia sin pedir nada a cambio.

1. ORIGENES DEL “INDEC”

El Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) se creó formalmente por ley 17.622 durante el año 1968. Dependía del Poder Ejecutivo y su misión era diseñar y dirigir el Sistema Estadístico Nacional (SEN), confeccionando estadísticas confiables y objetivas (es decir estadísticas no-intencionadas, denominadas en inglés “statistical abstract”).

En realidad sus orígenes surgieron mucho antes, en 1944, cuando el gobierno militar presidido por el general Edelmiro J. Farrell, se encontró con una grave crisis económica como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. Argentina exportaba alimentos a todo el mundo y acumulaba oro y divisas que no podía repatriar porque estaban bloqueadas como consecuencia de la guerra. Por ello carecía de productos manufacturados debido a que no tenía industria liviana o pesada.

Preocupados por el giro de la guerra, que al principio favoreció a los países del Eje y luego a los aliados, el gobierno militar decidió crear un Consejo Nacional de Estadísticas y Censos para hacer inteligencia sobre los acontecimientos mundiales y prevenir su repercusión sobre la economía nacional.

Por esa razón, crearon ese Consejo de Estadísticas y Censos que dependía del Consejo Nacional de Postguerra, integrado por las tres fuerzas armadas.

Ello implicaba que el Indec surgió como una necesidad estratégica para contar con un “sistema de inteligencia económica”. La demolición del Indec a cargo del secretario Guillermo Moreno significa que el gobierno argentino está destruyendo uno de los pilares para un gobierno sustentable.

Porque sin un sistema de inteligencia económica sólo será posible gobernar a ciegas o a tontas y locas. A partir de ahora el gobierno argentino ya no estará en condiciones de enfrentar contingencias inesperadas ni neutralizar la incidencia que las crisis externas tengan sobre nuestra economía.

2. VINCULACION CON ROSARIO


Desde el principio, el prestigio científico que el Indec adquirió a nivel mundial, estuvo relacionado con la ciudad de Rosario y especialmente con la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR.

Fue el profesor Carlos Eugenio Dieulefait (1901-1982) quien organizó el Consejo Nacional de Estadísticos y censos en 1944, contando con un ayudante de lujo, Raúl Prebisch, que era discípulo del célebre economista ingeniero Alenadro Bunge y encargado de estadísticas en la Sociedad Rural Argentina. El ingeniero Bunge, director de la revista “Economía Argentina” y autor del libro “Una Nueva Argentina" (1943) también fue profesor de Federico Pinedo y Antonio de Tomasso, brillantes ministros de la Nación.

Junto al profesor Dieulefait actuaron como consultores los españoles José Figuerola, Enrique Cansado y el estadístico italiano Corrado Gini, refugiado de guerra y autor del “coeficiente de Gini”, mundialmente utilizado para medir la dispersión en la distribución del ingreso.

Posteriormente Dieulefait dirigió el 4º Censo Nacional de Población, Vivienda y Actividades Económicas (1947) el censo de mayor jerarquía científica realizado durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón.

En 1932, Carlos E. Dieulefait había creado el Instituto de Estadística Matemática de Rosario, uno de los más prestigiosos del mundo, que fue la base para la carrera de Estadístico Matemático iniciada en 1948, la única existente hasta hoy en el país.
Dieulefait integraba un grupo matemático argentino de excepcional calidad, junto con José A. González Galé, Argentino Acerboni, Beppo Levi, Enrique Gaviola, Sixto Ríos, Claro Cornelio Dassen, Luis Santaló, Julio Rey Pastor, Antonio Monteiro, Mischa Cotlar, Fausto Toranzos y Filadelfo Insolera.

3. PRESTIGIO CIENTIFICO INTERNACIONAL

Por el valor científico de sus trabajos, el profesor Carlos E. Dieulefait fue designado fellow, miembro honorario y emérito, vicepresidente o presidente de las más importantes instituciones mundiales de Estadística: :

Sociedad Estadística de París, (1936)
I.S.I. International Statistic Institute, Washington (1940)
I.B.G.E. Instituto Brasileiro de Geografía e Estadística, Río Janeiro (1944)
I.A.S.I. Comisión de Educación Estadística, Unión Panamericana, Washington (1946)
Royal Statistic Society, London (1955)
S.A.E. Sociedad Argentina de Estadìstica, Buenos Airtes (1952)

Bajo su dirección se publicó en Rosario la colección de obras científicas del Instituto Interamericano de Estadística, en inglés y español, a cargo de la vieja imprenta Fenner (hoy desaparecida). Los títulos de esa colección constituyen la base de la estadística moderna y son una reliquia científica custodiada en la biblioteca del Congreso de EE.UU.

Durante muchos años, el profesor Carlos E. Dieulefait mantuvo intensa correspondencia científica y académica con los mejores científicos mundiales: Karl Pearson (uno de los fundadores de la estadística matemática), George Darmois (demógrafo y autor de una teoría del cálculo de probabilidades), Edwards Demings (creador del control estadístico de calidad total, condecorado por el emperador de Japón por ser autor del progreso tecnológico de la industria nipona), Joseph M. Duran (inventor de la gestión estadística de calidad), Arthur Burns(director del Consejo Asesor de la Presidencia de EE.UU. y luego presidente de la Reserva Federal), Simon Kuznetz (premio Nobel de economía), Colin Clark (creador de ingeniosos métodos de estimación estadística utilizado por investigadores de todo el mundo), Jan Tinbergen (autor de los modelos matemáticos para construir pólderes en Holanda) y Ragnar Frisch (fundador de la econometría).

Quien escribe esta recensión puede dar fe de ello porque fue asistente del profesor Dieulefait durante años en el Instituto de Investigaciones Estadísticas de Rosario. (1955-1962).


4 .ROSARINOS QUE PRESTIGIARON LA ESTADISTICA NACIONAL

Como fruto de la intensa labor académica y científica de Dieulefait, una pléyade de discípulos suyos aportaron sus trabajos científicos e hicieron que la Estadística Argentina, incluyendo el Indec, adquirieran uno de los más prestigiosos rangos internacionales.

Corresponde mencionar a los siguientes: Guido Liserre (profesor de Control Estadístico de Calidad), José Blasco, José Otaduy, Evelio Fabrroni, Roberto Monti, Carlos Battaglia, Gerardo Sulvester (reglas para definir roseta de disparos en artillería naval y combates aéreos), Héctor O. Ambrossi (director de estadística de Santa Fe), Martha y Enrique Dieulefait (creador Indice de oferta y demanda de mano de obra), Lelia Boeri de Cervetto (1ª directora del Indice de Costo de Vida), Walter Bürgi, Juan C. Auenheimer, Alfredo Fracchia, Joaquín Battle (tabla para ajuste de funciones ortogonales), Clotilde Bula (directora de estadística de la OEA, Washington), Joaquín M. Genis, Roberto Huerta, Wladimir Mikielevich (director de estadística de Rosario), René Pavón, Maruja Suárez (2ª directora Escuela de Estadísticas de Rosario) y Carlos Maraviglia (Naval Research Laboratory, Washington).

Con legítimo orgullo puede afirmarse que el Indec es la obra colectiva de un calificado grupo de científicos rosarinos que brindaron con toda generosidad un gran esfuerzo intelectual. Por eso la absurda demolición del Indec mediante la adulteración de su metodología científica, representa para Rosario un irreparable bochorno académico.

Para mostrar las dificultades en la medición de índices de precios, del costo de vida, de la pobreza e indigencia e incluso de la conversión de los datos corrientes del Producto Bruto Nacional y las Cuentas vinculadas, no era necesario desmantelar el Indec, una institución de prestigio mundial hoy desacreditada.
Las complejidades de la realidad económica cotidiana tienen solución dentro de la metodología científica de la estadística matemática. Pero la grosería del desempeño del gobierno nacional, representan para la ciudad de Rosario y su Escuela de Estadística Matemática una verdadera afrenta.

Después de haber entregado al país un aporte científico de la magnitud señalada, los rosarinos no merecíamos tamaña ofensa. Con el sentimiento de haber sido injuriados en nuestra dignidad urbana, la ciudad de Rosario espera un acto de desagravio y pública reparación de parte del gobierno nacional. Será justicia.