Científicos del Oxford Centre for Functional Magnetic Resonance Imaging of the Brain, en Inglaterra, han utilizado técnicas punteras de registro de imágenes de la actividad cerebral para comprender mejor por qué el dolor es, en cierta medida, subjetivo

Los resultados obtenidos han revelado que la personalidad de cada persona condiciona las sensaciones dolorosas. Así, los individuos más ansiosos o preocupados por sentir dolor presentan diferencias en la conectividad cerebral, que los convierten en más susceptibles de sentir dolor realmente.

Esta conectividad, en concreto, es la que se produce en partes del cerebro relacionadas con el procesamiento del dolor, y también con otras áreas capaces de alterar las sensaciones dolorosas, aumentándolas o reduciéndolas.

El siguiente paso de la investigación será establecer si se nace con la predisposición cerebral a sentir más dolor o ésta se desarrolla a medida que el cerebro también lo hace.

Fuente: Tendencia 21