De acuerdo a los resultados de 18 investigaciones el café y el té actúan como métodos preventivos para evitar el desarrollo de diabetes.

 

Una de las investigaciones, desarrollada en el año 2005 concluyó que las personas que tomaban café eran un 33 por ciento menos propensas a desarrollar diabetes que el resto. Rachel Huxley, de < !--?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" /--> la Universidad de Sydney, en Australia, continuó investigando sobre el tema y concluyó que estas bebidas actúan como métodos preventivos.

 

Para actualizar los datos, Huxley y su equipo analizaron 18 estudios de entre 1966 y 2009. Por cada taza adicional de café que una persona consumiera al día, los investigadores encontraron que el riesgo de diabetes se reducía en un 7 por ciento.

 

En los seis estudios que examinaban la influencia del café descafeinado, hallaron que las personas que consumían más de tres o cuatro tazas al día reducían el riesgo en un 36 por ciento. Y en siete estudios que examinaban el té, la reducción era de un 18 por ciento.

 

El hecho de que los efectos se apreciaron también con el descafeinado sugiere que las propiedades de estas bebidas no se deben exclusivamente a la cafeína, sino que pueden guardar relación con otros elementos como el magnesio, los lignanos (similares a los estrógenos químicos de las plantas) o los ácidos clorogénicos, antioxidantes que retardan la liberación de azúcar en la sangre después de una comida.

 

Sin embargo, los investigadores señalan la necesidad de comprobar con ensayos clínicos si estas bebidas ayudan realmente a prevenir la diabetes.

 

Fuente: Dmedicina