Entre las designaciones de nuevos funcionarios que el gobernador Jorge Obeid insiste en ejecutar –en el Tribunal de Cuentas y en la Corte Suprema de Justicia – están las autoridades del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress). Como sucedió con los otros cargos, el electo gobernador Hermes Biner le reclamó al gobernador que ponga luz roja a su accionar, teniendo en cuenta que en sólo tres meses, el socialista ocupará su lugar en la Casa Gris.
En el caso del Enress, la preocupación de Binner es extrema. Se trata de un ente público que cada mes, según publicó la Fundación Apertura, le cuesta a las arcas provinciales 6 millones de pesos anuales. Además, consideran desde el socialismo, ya no tiene sentido su funcionamiento teniendo en cuenta que la ex Aguas Provinciales es hoy Aguas Santafesinas, una empresa de pura cepa estatal.
La publicación de negocios Punto Biz arroja mayor luz al destacar que el próximo 30 de septiembre terminan su mandato tanto el presidente como el vicepresidente del directorio del órgano de control de servicios sanitarios, José Kerz y Jorge Hammerly, primo del actual ministro de Obras Públicas, el reutemista Alberto Hammerly, mientras que el tercer integrante del cuerpo, Horacio Usandizaga, culminará su gestión en diciembre próximo. “En su momento, los nombramientos en la conducción del Enress fueron vistos como el corolario del acuerdo entre Reutemann y Usandizaga para avalar la privatización de la vieja Dipos”, aclaró la publicación.
Es evidente que la nueva conducción quiere liberarse de la carga pesada que representaría la continuación de este “equipo” durante la gestión socialista. La Fundación Apertura dio a conocer datos que, seguramente, serán repudiados por la ciudadanía, como por ejemplo que el salario promedio de los 78 empleados en planta permanente que tiene el organismo es de 4.800 pesos, o que los directivos se llevan a casa unos 13 mil pesos por mes.
Entre otras “buenas nuevas”, se destacan los números del presupuesto del ente que asciende a casi seis millones de pesos, que en su mayor parte surgen de una tasa que se aplica sobre las facturas del servicio, y el resto proviene de recursos del Tesoro provincial. El grueso de los recursos disponibles –unos $4.5 millones, un 77% del total– se lo lleva el rubro “gastos en personal”.
Esteban Hernández, de la Fundación Apertura, consultado por Luis Novaresio en Radio 2, manifestó: “Nos preocupa cómo se asegura la independencia de este poder de policía que tendría que velar por el buen funcionamiento del servicio de agua en la provincia”.
“Ninguno de los empleados de planta fueron elegidos por concurso lo que se presta a que se ubique gente que quizás no tenga esa formación. Además hay que destacar que en el fracaso en el servicio de agua el Enress tuvo un rol importante al no denunciar los reiterados incumplimientos de la empresa francesa”.
En el caso del Enress, la preocupación de Binner es extrema. Se trata de un ente público que cada mes, según publicó la Fundación Apertura, le cuesta a las arcas provinciales 6 millones de pesos anuales. Además, consideran desde el socialismo, ya no tiene sentido su funcionamiento teniendo en cuenta que la ex Aguas Provinciales es hoy Aguas Santafesinas, una empresa de pura cepa estatal.
La publicación de negocios Punto Biz arroja mayor luz al destacar que el próximo 30 de septiembre terminan su mandato tanto el presidente como el vicepresidente del directorio del órgano de control de servicios sanitarios, José Kerz y Jorge Hammerly, primo del actual ministro de Obras Públicas, el reutemista Alberto Hammerly, mientras que el tercer integrante del cuerpo, Horacio Usandizaga, culminará su gestión en diciembre próximo. “En su momento, los nombramientos en la conducción del Enress fueron vistos como el corolario del acuerdo entre Reutemann y Usandizaga para avalar la privatización de la vieja Dipos”, aclaró la publicación.
Es evidente que la nueva conducción quiere liberarse de la carga pesada que representaría la continuación de este “equipo” durante la gestión socialista. La Fundación Apertura dio a conocer datos que, seguramente, serán repudiados por la ciudadanía, como por ejemplo que el salario promedio de los 78 empleados en planta permanente que tiene el organismo es de 4.800 pesos, o que los directivos se llevan a casa unos 13 mil pesos por mes.
Entre otras “buenas nuevas”, se destacan los números del presupuesto del ente que asciende a casi seis millones de pesos, que en su mayor parte surgen de una tasa que se aplica sobre las facturas del servicio, y el resto proviene de recursos del Tesoro provincial. El grueso de los recursos disponibles –unos $4.5 millones, un 77% del total– se lo lleva el rubro “gastos en personal”.
Esteban Hernández, de la Fundación Apertura, consultado por Luis Novaresio en Radio 2, manifestó: “Nos preocupa cómo se asegura la independencia de este poder de policía que tendría que velar por el buen funcionamiento del servicio de agua en la provincia”.
“Ninguno de los empleados de planta fueron elegidos por concurso lo que se presta a que se ubique gente que quizás no tenga esa formación. Además hay que destacar que en el fracaso en el servicio de agua el Enress tuvo un rol importante al no denunciar los reiterados incumplimientos de la empresa francesa”.