La resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación –que declaró inconstitucional aplicar un castigo penal al usuario de marihuana– generó expectativas en la comunidad local de consumidores de la hierba. Aunque entienden que aún queda mucho por hacer, reconocen detrás de ese fallo un paso que hace realidad el sueño de la planta propia y son muchos los rosarinos que ya se volcaron al cultivo en el hogar. Según Gustavo Lafarge del colectivo 3M "aquellos que no cultivaban comenzaron a hacerlo en estos dos meses. Antes, el autocultivo era sólo para unos pocos, para un grupo muy cerrado y específico. Ahora, los usuarios se van convirtiendo en cultivadores”. Tal es así, que en pocos días Rosario tendrá su propio Grow Shop o tienda de cultivo donde se podrá encontrar todo lo necesario para plantar (menos las semillas porque aún es ilegal).

Los siete jueces del máximo tribunal consideraron en agosto pasado que “es inconstitucional aplicar un castigo penal al usuario de marihuana siempre y cuando su acción se mantenga en el ámbito de la intimidad, sin la presencia de menores de edad, ni se genere un riesgo para la salud o la integridad de terceros“. Después que la Corte declaró inconstitucional el artículo que penaba la tenencia para consumo personal, se deduce que ya no sería ilegal el cultivo con el mismo objetivo. Ese punto es el que más alienta a los consumidores. “Antes del fallo, de un grupo de 40 usuarios sólo cinco cultivaban, pero luego de la resolución de la Corte alrededor de 20 se volcaron a la práctica”, cuenta Lafarge de 3M.

Por su parte, Pablo –propietario de un local céntrico que ofrece parafernalia cannábica– añade: “Ahora hasta los que no consumen se acercan con menos temor y prejuicio. Aunque sea por curiosidad o para hacer alguna pregunta entran al local, mientras antes pasaban sin siquiera mirar la vidriera”. En pocos días, el negocio que Pablo regentea a metros de la peatonal promete ampliarse. "Se podrán encontrar todo tipo de materiales para el cultivo. Desde lámparas, fertilizantes hasta conservadoras para colocar las macetas", contó a modo de adelanto de lo que será el futuro grow shop para los amantes de la hierba. 

Aunque en la tienda no se venderán semillas (porque no está permitido) basta con ingresar en Google algunas palabras claves para que salten cientos de avisos que anuncian el envío sin cargo a todo el país de un puñado junto con un instructivo. Según detalló el propitario del local con onda rastafari, en la tienda habrá "lámparas, armarios, fertilizantes orgánicos (que son muy necesarios porque la planta es muy sensible a las arañitas y otros insectos), libros, y elementos de riego”.

Tiempo de siembra

Llegó septiembre, la primavera y con esa temporada el momento de plantar. Son muchos los usuarios de marihuana que aprovechan ese calendario y ponen manos a la obra para luego esperar unos meses –que llegue el verano o el otoño– hasta el tiempo de la cosecha. Esa opción es la que siguen aquellos que tienen un balcón, patio o terraza libre como para colocar la maceta y darle la atención que se merece al aire libre. Pero si se carece de ese lugar, también existe otra alternativa: el cultivo indoor o puertas adentro.

“Si uno lo hace al aire libre tiene que seguir de algún modo el ritmo natural, pero hay otras opciones que se imponen como la de cultivar adentro o indoor”, dice Pedro que cultiva dentro de su casa sin seguir lo que dicta el almanaque. Para eso se necesitan armarios de cultivo (que son lo más parecido a las conservadoras que se llevan de pic-nic: forrados en tela, con un cierre y compartimentos internos), ventiladores o coolers para renovar el aire que entra y el que sale y lámparas con dimmer para regular la intensidad de la luz..

Pedro vive en un departamento de pasillo adonde no llega ni un rayo de sol, por eso, tuvo que recurrir al cultivo adentro del hogar –una tendencia que se impone, sobre todo porque pasa más que desapercibida y no llama tanto la atención– para poder tener su planta. "De manera más o menos casera le hice un agujero a un viejo ropero que heredé de mi abuelo, le coloqué unas lámparas cálidas y un pequeño ventilador que permite airear el interior. Y sin demasiada tecnología, prendo y apago las luces a mano y regulo la intensidad para que la planta crezca fuerte", resumió.

En cualquiera de los casos es necesario armarse de paciencia para poder ver crecer la planta y fumarla después. La tarea no es sencilla, pero según los usuarios da sus buenos frutos. "El hecho de tener la planta es saber que lo que se fuma es natural, sin necesidad de sobrevalorar este aspecto, pero entendiendo que cuando se va a comprar lo que se termina fumando está cortado, adulterado y mezclado con otras sustancias para abaratar costos”, expresó Lafarge y añadió: “Además, cuando los usuarios salen a comprar se exponen a situaciones que a veces son violentas. Generalmente la venta es en los barrios periféricos, con lo cual sin intención de estigmatizar, a veces tienen que someterse a robos o pagos de peaje para poder ingresar”.