Un estudio realizado por científicos de la Universidad de California-Davis ha revelado que existe una relación directa entre los problemas de atención de niños en edad preescolar y el bajo rendimiento académico de éstos en la adolescencia, independientemente del coerficiente intelectual (CI) que tengan los pequeños.

Los resultados de la investigación, que han sido publicados en la
revista Pediatrics de junio, señalan que la incapacidad de los niños más pequeños para estar atentos cuando empiezan a estudiar en la escuela es el elemento que más condicionará sus resultados académicos al final del instituto.

Según declaraciones del director de la investigación, el profesor de la Escuela de Medicina de la UC Davis, Joshua Breslau, aparecidas en un comunicado de dicha universidad, este hecho se debe a que los problemas de atención en esas edades pueden provocar que los niños entren en una “espiral de fracasos”, si no son atendidos desde el principio.


Para la presente investigación se analizaron datos de 693 niños, que en primer lugar fueron estudiados a los cinco-seis años de edad y posteriormente a los 17-18 años, informa Pediatrics. En las primeras pruebas se analizaron los problemas de comportamiento de dichos niños y también su cociente intelectual, mientras que en la segunda se comprobó el rendimiento académico de los adolescentes en matemáticas y lectura.

Así, los investigadores descubrieron que la falta de atención en párvulos era el único comportamiento a partir del cual se podían predecir de manera consistente los futuros resultados en lectura y matemáticas de los individuos estudiados.

Esta comprobación fue posible gracias a la disponibilidad de los primeros datos, recogidos 20 años atrás por la madre de Joshua Brelau, la psiquiatra Naomi Breslau, que en 1983 investigó las consecuencias a largo plazo que en los niños podía tener el haber nacido con un peso muy bajo. En dicha investigación Naomi Breslau estudió el CI y el comportamiento de 823 niños al cumplir los seis años, y posteriormente, a los 11 y a los 17.

Los científicos de la UC Davis utilizaron los datos de 693 de estos niños, y se centraron en tres categorías de comportamiento, según las puntuaciones proporcionadas por sus profesores: comportamientos interiorizados (como la ansiedad o la depresión); comportamientos de exteriorización (como jugar algún papel o romper las normas); y problemas de atención, que incluían el nerviosismo y la incapacidad para centrarse en una actividad concreta.

También fueron tenidos en cuenta otros factores, como el CI de los niños o el hecho de que algunos de ellos presentaran algún trastorno psiquiátrico, con el fin de establecer de la manera más fiable posible las relaciones de todos estos factores con los resultados académicos en el futuro.

Según Breslau, muchos niños tienen problemas de comportamiento como los que se han examinado en el estudio, pero los especialistas no sabían hasta ahora cuáles de ellos podían tener consecuencias más serias a largo plazo.

Al identificar el déficit de atención en preescolar como el problema de comportamiento que más afecta al rendimiento académico incluso años más tarde, el estudio ayudará a decidir el enfoque y la dirección de la atención a estos niños.

Fuente: Tendencias 21