El fuerte ingreso de divisas para hacer ganancias en pesos aprovechando el recorrido de los bonos potenció este martes una baja de un centavo en la cotización del dólar a nivel minorista. El Banco Central, esta vez, debió comprar para frenar una baja mayor.

De esta forma, a nivel minorista el dólar cerró a 3,81 pesos para la compra y 3,85 para la venta en Buenos Aires, mientras que en el mercado mayorista donde se resuelven las operaciones entre bancos y empresas, el billete estadounidense cayó a 3,8225 (-0,75%) y el tipo transferencia a 3,834 (-0,25%).

En una jornada marcada por una gran oferta de divisas por parte de exportadores y empresas, todos los índices de dólar futuro también cerraron en baja.

El futuro de octubre se operó a 3,872 pesos (-0,26%), noviembre terminó en 3,906 (-0,36%); y la última posición del año, diciembre, cerró a 3,942 (-0,36%).

"La mayor actividad exportadora volvió a recrear un escenario en el que la autoridad monetaria asume toda la responsabilidad para defender los precios y evitar mayores retrocesos en el tipo de cambio", coincidieron los especialistas.

Esta situación se da en un contexto de tranquilidad y ante la desaparición de la tensión cambiaria, los inversores potencian la búsqueda de alternativas que dan un renovado protagonismo a los bonos, con subas de hasta el 7 por ciento.

Para los expertos se está generando una secuencia virtuosa que realimenta el flujo de ingresos y deprime los precios con mayor intensidad cuando el Banco Central abandona su papel de último sostén del valor de la divisa norteamericana.

"No creemos en una baja mucho mayor, pero en la medida que el dólar internacionalmente siga cayendo no habría necesidad tampoco de apurar el tipo de cambio en lo local para ser más competitivos", razonó Carlos Risso, de Notibancos.

De acuerdo a fuentes del mercado cambiario, el Banco Central tuvo la intervención más fuerte del año -en torno a los 180 millones de dólares- para ponerle un "piso" a la caída de los precios.

Fuente: Télam