Cada vez que Leo o Messi o Di María tomaban la pelota, más de medio estadio Mineirao se ponía de pie para palpitar la jugada. Pero lo mismo ocurría cada vez que los futbolistas iraníes quitaban una pelota tirándose al piso o llevaban algo de peligro al arco de Chiquito Romero con alguna pelota detenida.
Si bien hubo muchísimos más fanáticos argentinos que iraníes, los asiáticos recibieron el apoyo de los brasileños que fueron al estadio para ver un mal resultado de los dirigidos por Alejandro Sabella.
“Ole, ole”, vociferaban los anti-Argentina desde las gradas cuando los iraníes acertaban un par de pases seguidos. El “uuuuhhhhhhh” retumbaba en el reducto de Belo Horizonte cuando un cabezazo hizo estirar al arquero albiceleste.
Otro momento álgido en esta batalla de las tribunas fue cuando la televisión internacional mostró en las pantallas gigantes del estadio la imagen de Diego. “Maradona es más grande, es más que Pelé”, enarbolaron los argentinos su grito de guerra.
En el final, con el desahogo argentino por el golazo de Messi, apareció el “es para vos, es para vos, brazuca p….”.
Este particular ambiente, que ya se había evidenciado en Río de Janeiro, explotó con toda su fuerza en Belo Horizonte y ya no va a parar. ¿Alguien puede imaginarse una final entre Argentina y Brasil con este clima?
Si bien hubo muchísimos más fanáticos argentinos que iraníes, los asiáticos recibieron el apoyo de los brasileños que fueron al estadio para ver un mal resultado de los dirigidos por Alejandro Sabella.
“Ole, ole”, vociferaban los anti-Argentina desde las gradas cuando los iraníes acertaban un par de pases seguidos. El “uuuuhhhhhhh” retumbaba en el reducto de Belo Horizonte cuando un cabezazo hizo estirar al arquero albiceleste.
Otro momento álgido en esta batalla de las tribunas fue cuando la televisión internacional mostró en las pantallas gigantes del estadio la imagen de Diego. “Maradona es más grande, es más que Pelé”, enarbolaron los argentinos su grito de guerra.
En el final, con el desahogo argentino por el golazo de Messi, apareció el “es para vos, es para vos, brazuca p….”.
Este particular ambiente, que ya se había evidenciado en Río de Janeiro, explotó con toda su fuerza en Belo Horizonte y ya no va a parar. ¿Alguien puede imaginarse una final entre Argentina y Brasil con este clima?