Aunque el caso de la seccional 11ª todavía está irresuelto, a medida que avanza el análisis de las dos versiones aparece con fuerza la idea de que los chicos que denunciaron haber sufrido golpes y abusos en la comisaría no formaban parte de la patota que agredió a un agente de la policía cuando viajaban en el colectivo de la polémica el domingo pasado a la madrugada. Para fortalecer su posición, los jóvenes recibirán la solidaridad del Concejo Municipal, que esta tarde se pronunciará en repudio de los apremios ilegales. En este sentido, desde la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia se volvió a solicitar una investigación por separado de los episodios: por un lado, los supuestos apremios ilegales denunciados por los jóvenes, y por otro la paliza que le propinaron al oficial Ojeda al bajar del coche de la línea 142 en la zona sur de la ciudad. Los padres de los jóvenes que denuncian las agresiones por parte de la policía se reunieron con algunos concejales y con el presidente de la comisión de Derechos Humanos del Concejo Municipal, Carlos Comi, para solicitar respaldo en el reclamo de esclarecimiento de estos episodios. Los ediles Carlos Comi (ARI) y Juan Rivero (Frente Progresista Cívico y Social) "llamaron a los fiscales, jueces y funcionarios provinciales a tomar cartas en el asunto". Y esta tarde en la sesión del cuerpo legislativo participarán los padres y los jóvenes. Allí habrá un pronunciamiento en repudio a los supuestos abusos cometidos por la policía.