Varios trastornos del comportamiento como la depresión, la hostilidad, la ansiedad y por sobretodo el estrés psicosocial, son frecuentes en los pacientes con enfermedad coronaria y además, son un factor de riesgo independiente de infarto de miocardio y muerte.

Un estudio publicado en The American Journal of Medicine se propuso profundizar la investigación sobre los mecanismos a través de los cuales el ejercicio reduce la mortalidad en pacientes con enfermedad coronaria con y sin estrés psicosocial.

Se evaluaron 522 pacientes consecutivos que estaban realizando o habían completado la fase II de rehabilitación cardíaca y el entrenamiento de ejercicio en la Ochsner Clinic Foundation de New Orleans, entre enero 2000 y julio 2005. Los participantes se incorporaron al programa entre las 2 y 6 semanas después del episodio coronario (infarto de miocardio y/o procedimientos invasivos).

Había 22 pacientes que tenían un estrés psicosocial marcado que ingresaron al protocolo de ejercicio pero lo abandonaron y que sirvieron para evaluar el impacto del estrés psicosocial en pacientes que no realizaron rehabilitación cardíaca.

Se utilizó el cuestionario Kellner Symptom para evaluar las características del comportamiento y los distintos estados de ánimo (depresión, ansiedad, somatización y hostilidad). Cuanta más alta era la puntuación mayor era la alteración del estado de ánimo.

Los pacientes fueron asesorados para consumir una dieta estilo mediterránea y asistieron a conferencias diarias y sesiones de grupo, generalmente conducidas por una enfermera clínica entrenada en rehabilitación cardíaca.
Al inicio y al término del programa se realizaron las siguientes determinaciones, altura, peso, índice de masa corporal, edad, sexo, lipidograma, proteína C reactiva de alta sensibilidad y captación pico de oxígeno.

La edad media de los 522 pacientes fue de 64 años y el 73% eran hombres. La captación pico de oxígeno fue 16,6±5,2 ml/kg/min. El 10% de los pacientes tenían estrés psicosocial. Los pacientes con estrés psicosocial eran más jóvenes y tenían peor puntuación para depresión, ansiedad, hostilidad, somatización y calidad de vida en relación con los pacientes con bajo estrés psicosocial (P < 0,0001 para todos).

Los pacientes con alto estrés psicosocial tuvieron una mortalidad 4 veces mayor que los pacientes con bajo estrés psicosocial (22% versus 5%; P = 0,003). Los pacientes controles con alto estrés psicosocial que no realizaron el programa de rehabilitación cardíaca, tuvieron una mortalidad del 19% y esto muestra la fuerza del estrés psicosocial como factor de riesgo de subsiguiente mortalidad.

Los pacientes se dividieron en 2 grupos según el grado de cambio en la capacidad de ejercicio durante la rehabilitación cardíaca y el entrenamiento físico. El efecto directo del entrenamiento físico se evaluó mediante el cambio en la concentración pico de oxígeno.

Es interesante destacar que los pacientes con bajo estrés psicosocial redujeron la mortalidad con el ejercicio físico, pero sin alcanzar diferencias significativas en relación con los pacientes de bajo estrés psicosocial que realizaron ejercicio físico escaso.

El estrés psicosocial alto es un potente factor de riesgo de mortalidad en pacientes con enfermedad coronaria.

La rehabilitación cardíaca y el ejercicio programado son eficaces para mejorar la capacidad de ejercicio, los factores de riesgo cardiovascular convencionales, la calidad de vida y el estrés psicosocial.

Los pacientes con enfermedad coronaria que aumentan su capacidad de ejercicio, reducen la mortalidad en relación con los pacientes que modifican poco o no modifican la capacidad de ejercicio.

Fuente: Intramed