El dirigente radical Sebastián Chale, que era secretario de la Producción municipal pero que este lunes renunció a ese cargo denunciando trabas de parte del socialismo, advirtió que ve “mucha fragilidad” en el Frente Progresista Cívico y Social que gobierna tanto en Rosario como en la provincia.

“Ojalá sirva –su dimisión– para que haya un replanteo de este Frente, pero hoy la situación, particularmente en Rosario, es de mucha fragilidad y muchas diferencias internas”, sostuvo el funcionario saliente en Radio 2.

explicó su alejamiento como algo que “venía madurando desde hace un tiempo” y amplió: “Consideraba que las condiciones de la gestión ya no estaban dadas, a partir de que necesitan un acompañamiento muy fuerte; hay un trasfondo político que tiene que ver con la inestabilidad del Frente Progresista”.

“Se manifiestan acechando y amenazando el resultado de mi gestión, y no estaba dispuesto a cargar con esto”, agregó en diálogo con el periodista Sergio Roulier, del programa La primera de la tarde.

Además, Chale dijo no compartir las impresiones de la intendenta Mónica Fein, que argumentó que los sectores del radicalismo ejercían una oposición dentro del mismo Ejecutivo. En ese sentido, destacó “el rol que ha jugado María Eugenia Schmuk, hoy concejal, pero que cuando era funcionaria, en la gestión de Miguel Lifschitz, acompañó todas las iniciativas municipales y eso no se ha reconocido”.

“Es posible convivir en un gobierno –analizó–; el año pasado pudimos desarrollar nuestra labor con mucha comodidad”.

En la provincia, no tantas diferencias

Por su parte, el diputado provincial Maximiliano Pullaro, del mismo espacio radical dentro del Frente, consideró que la situación a nivel provincial es distinta y no existen tales diferencias con el socialismo.

“Trabajamos para que el Frente se consolide”, aseguró el legislador en un contacto que mantuvo con la prensa este lunes en Rosario, según reprodujo el móvil de Radio 2.