El gobierno dejó en claro que no se va a quedar de brazos cruzados ante los aumentos anunciados por las empresas de medicina prepaga, de entre 15 y 23 por ciento. Fue la ministra de Economía, Felisa Miceli, quien salió a advertir que no se va a permitir el incremento.

"No nos interesa el crecimiento para que muy pocos vivan muy bien. No vamos a repetir esas experiencias", dijo Miceli en la Casa Rosada, sentada al lado del polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y de empresarios de laboratorios que refrendaron el acuerdo de precios que mantienen con el gobierno.

Después de la advertencia, la titular del Palacio de Hacienda hizo una fuerte defensa de la intervención estatal en las diversas cadenas de precios con un ejemplo sensible. ¿Qué hubiera pasado si en la Argentina, en marzo, cuando teníamos la dificultad con las carnes, el gobierno no hubiera tomado las medidas que tomó".

Ayer, con las cartas enviadas a sus clientes, las empresas de medicina privada se largaron en otro intento para aumentar sus tarifas. Ya lo habían hecho en agosto, pero en ese momento el gobierno logró frenarles un aumento. Por una disposición oficial todo aumento de la cuota debe ser informado al cliente con 60 días de anticipación.