No, la explicación de la funcionaria a cargo de la escuela de policías de Rosario Adela Aichino para negar las acusaciones sobre malos tratos a cadetes policiales rosarinos –"como la misma comida que ellos"– no alcanzó para disipar dudas en el propio gobierno provincial, que ordenó abrir una investigación sobre las denuncias realizadas por un médico policial y la madre de un aspirante a agente a Radio 2.

Tras la internación de 17 jóvenes cadetes de la Policía Federal de Buenos Aires, víctimas de un feroz “baile” impuesto por dos oficiales instructores, se multiplicaron las denuncias que dan cuenta de la continuidad de un trato denigrante e infrahumano hacia los cursantes en las distintas divisiones de la fuerza de seguridad. La provincia no fue la excepción y se señalaron no sólo maltratos sino también una escasa alimentación. "Yo misma como la comida que les sirven a ellos", salió al cruce la titular del nuevo Instituto de Seguridad Pública (Isep), Adela Aichino, en diálogo con Rosario3.com.

El ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, dijo en el programa Diez Puntos, de Radio 2, que le pidió a AIchino un exhaustivo informe sobre el tema y que ya ordenó a la Dirección de Asuntos Internos abrir un sumario. El informe preliminar ya estaba en mano del titular de la cartera política, que consultado por Luis Novaresio admitió: "Me parece que algo puede haber ocurrido, aunque no de la magnitud que sostienen las denuncias". Y agregó: "Si tenemos la más elemental sospecha de que algo pasó no lo vamos a dejar pasar".

Un dato dejó en claro que la cosa no es tan color de rosa como pintó la funcionaria: fuentes gubernamentales citadas por el diario La Nación dijeron que recientemente se agregaron dos facturas al mate cocido de la mañana que toman los cadetes porque se habían registrado casos de hipoglucemia. Justamente, una de las denuncias era que a la mañana los chicos recibían mate cocido con pan viejo.

El médico policial y la madre entrevistados por Radio 2 también denunciaron humillaciones varias –entre ellas limpiar los platos y lavar los autos de los oficiales– y dijeron que hubo ya cien renuncias de aspirantes, algo que Aichino negó: dijo que no pasaban de las 20.

Rosúa dijo que ya se dio intervención a la Justicia, pidió que los que puedan aportar datos o pruebas lo hagan y respondió a los que dicen que se necesita un entrenamiento duro para formar policías: "Exigencia física sí, humillación no".