Está Claudio Paul Caniggia, está su mujer Mariana Nannis, están los mellizos Charlotte y Alexander. Pero hay un Caniggia más, a quien pocos conocen. Axel es el llamado "hermano oculto". 

Lejos de los mediáticos mellizos, Alex vive recluido en su casa de Marbella y se dedica a la pintura. “Tengo un alma propia, como cada integrante de mi familia”, asegura.

En una entrevista a la revista Gente, el "hermano oculto" de los Caniggia habló sobre su familia. “Ellos me respaldaron. Estuvieron presentes en mi vida, me enseñaron muchas cosas, en especial a ser constante y disciplinado en cuanto a mis objetivos”, aseguró.

Si bien es diferente de sus hermanos y de sus padres, en particular porque le huye a las cámaras, sostiene: “Todos somos únicos y distintos en nuestro interior”.

Axel Caniggia nació en 1991 en Argentina, pero sólo vivió en el país cinco meses. Él cuenta que comenzó a pintar cuando era muy chico y tenía apenas cuatro años. Aunque a los trece, cuando su familia se mudó a Marbella, inició las clases para afinar esa pasión.

“Cuando pinto, busco lo más profundo de aquello que me motiva. Intento convertir lo que veo en otro medio: pigmento en material”, sostuvo. “La inspiración está ahí, viene sola. Yo no la poseo…Más bien, ella me posee a mí”, añade.

Dice que le gustan las “cosas sencillas”, como “pasear por calles que nunca recorrí, pasar horas en las librerías, tomar un café, fumar un cigarrillo, la tranquilidad de Marbella”.

Entre sus referentes, mencionó “El Che Guevara, Roman Polanski, Van Morrison". También "artistas como Luciano Ventrone y Helmut Ditsh”, aunque también asegura “todas las personas te pueden servir como referente de ejemplo: tus padres, amigos y maestros”.

Pese a vivir lejos del país, Axel asegura que "ama” la Argentina. “Noto que hay mucho talento aquí, en la calle, en la gente, en su música, en la literatura, en el baile. Lamento que no se aproveche más”, concluye.