Bajo el título "El sexismo percibido como un determinante de salud", recientemente se presentó allí -en el marco de la reunión anual de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM)- un estudio realizado con la participación de 10.927 mujeres de entre 20 y 64 años en el cual se señala que el machismo, las actitudes sexistas y la violencia y agresión verbal son todas conductas que ponen en riesgo la salud de la mujer.

En este sentido, de acuerdo con las conclusiones que integran la reciente edición de la publicación estadounidense “Journal of Women´s Health”, las mujeres que sufren discriminación por razones de género y aquellas que fueron víctimas de actitudes de violencia por su condición (en muchos casos derivadas del machismo), obtuvieron peores indicaciones en las muestras referentes a su salud física, emocional y mental así como también en relación a la posibilidad de desarrollar adicciones como el tabaquismo. Las lesiones físicas, el maltrato y los accidentes también fueron más prevalentes.

"A través de la muestra llegamos a la conclusión de que las mujeres que eran víctimas de actitudes sexistas con mayor frecuencia, eran también las que presentaban peores condiciones de salud. Esto se evidenció, por mencionar algunos marcadores, en la incidencia de afecciones mentales que en el caso de las víctimas de violencia verbal o discriminación, fue superior al 50 por ciento, en comparación con el resto de las mujeres", sostuvo la autora principal del estudio, la doctora Carme Borrel.

"Otro parámetro que pudimos obtener tiene que ver con las poblaciones femeninas más afectadas por estas situaciones: ellas son las mujeres jóvenes, las separadas, las divorciadas y también las procedentes de países no desarrollados. Por su parte, aquellas pertenecientes al nivel socioeconómico más elevado se ubicaron entre las más proclives a realizar denuncias", agregó Borrel.

En cuanto a las hipótesis sobre por qué una situación de tensión y mucha angustia en la cual se dicen cosas que pueden lastimar puede provocar daños a nivel orgánico, la científica refirió: "Pienso que la sensación de sentirse discriminada pone a las mujeres en una situación de creciente estrés y nerviosismo que el cuerpo percibe como un problema físico y termina incorporando en forma de enfermedades. Esto, a su vez, vulnera la salud mental generando todo tipo de patologías psíquicas".

Pero más allá de las teorías y las elucubraciones y además de las cuestiones que tienen que ver con quiénes tienen más tendencia a la denuncia y qué grupo de mujeres constituye el más afectado, a través del estudio el equipo liderado por Borrel halló que sólo 4 de cada 10 mujeres perciben las consecuencias del machismo en sus vidas, a pesar de que 8 de cada 10 viven situaciones de maltrato doméstico.

"Creo que esto se relaciona con una cuestión más profunda que tiene que ver con la característica cultural de cada sociedad. En las más conservadoras o, por decirlo de alguna forma, patriarcales o que han atravesado en los últimos 50 años dictaduras, el machismo muchas veces está legitimado, razón por lo cual se lo considera algo normal e incluso ´divertido´. Entonces, las mujeres no ven o no denuncian el machismo o la violencia, no porque no lo vivan sino gracias a que, lamentablemente, lo tienen incorporado", finalizó la doctora Carme Borrel.

Fuente: Pro Salud News