La incapacidad para concebir un hijo es extremadamente estresante para las mujeres que pretenden formar una familia. Así lo indica un estudio, publicado en la revista “Human Reproduction”, sobre pacientes de los cuatro países europeos con mayor número de ciclos de reproducción asistida: Francia, Alemania, Italia y España.

El trabajo no solo analiza el impacto emocional de la infertilidad en las mujeres sino que además identifica qué aspectos de la estimulación ovárica contribuyen al estrés físico y psicológico que tantas pacientes padecen.

Entre las mayores causas de estrés, destacan la ansiedad asociada a las inyecciones y al deterioro de la relación de pareja. En este sentido, las mujeres que reciben tratamiento se mantenían más cerca de su pareja (el 33% frente al 19%). La mayoría de las participantes sintió que su pareja la apoyaba, especialmente las que recibían terapia de fertilidad (un 63%).

Las mujeres en tratamiento dijeron tener mayor ansiedad relacionada con el sexo y emociones negativas, como impaciencia o frustración. Mientras que las que no estaban en tratamiento decían sentirse “confusas”, las sometidas a terapia se encontraban, en su mayoría, “vulnerables y exhaustas”.

Fuente: Tendencia 21