El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, afirmó este lunes que los días del dólar como divisa de reserva mundial están contados después de la crisis financiera del 2008.

Según dijo el máximo responsable del Banco Mundial en un discurso pronunciado en la Universidad Johns Hopkins de Washington, tras la crisis, las mayores economías emergentes del mundo tendrán una mayor influencia económica mundial.

"La actual suposición es que la economía posterior a la crisis reflejará la creciente influencia de China, probablemente India y de otras grandes economías emergentes. Supuestamente, los Estados Unidos, el epicentro de la crisis financiera, verá reducido su poder económico e influencia" dijo Zoellick.

Pero Zoellick, también advirtió de que aunque China ha actuado como una fuerza estabilizadora de la economía mundial, "todavía encara grandes incertidumbres en el 2010" y que EE.UU. tiene "una cultura de capacidad de recuperación".

"El futuro de los Estados Unidos dependerá de cómo y si responderá a los grandes déficit, se recuperará sin una inflación que podría socavar su crédito y su moneda y revisará su sistema financiero mientras añade seguridad y solidez", explicó.

Con respecto a Europa, Zoellick destacó que las "buenas noticias" de la crisis para la Unión Europea (UE) es que a pesar de las presiones "esta vez, Europa no se dividió" y que los países europeos "han reconocido su interdependencia".

El presidente del Banco Mundial también advirtió de que la UE "debe encarar aún inseguridades" como su vulnerabilidad energética, la inestabilidad de los Balcanes, la relación con Turquía y la integración de los inmigrantes.

"Un modelo de crecimiento más equilibrado y global se beneficiaría de múltiples polos de crecimiento. Con inversiones en infraestructura, individuos y empresas privadas, los países en Latinoamérica, Asia y el Oriente Medio podrían contribuir a un Nuevo Normal de la economía mundial", explicó.

Fuente: EFE