Un logro a medias. El oficialismo consiguió este jueves un dictamen de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados del proyecto de Presupuesto 2010 junto a la reforma tributaria que le permitirá votarlo este viernes en el recinto y darle media sanción con la mayoría que cuenta. Sin embargo, hubo también un dictamen de minoría que votó el PJ unificado, lo que preanuncia un horizonte más que complicado para las aspiraciones del gobernador Hermes Binner en materia fiscal.

Es que, más allá de que el Ejecutivo imponga su mayoría este viernes -se convocó a una sesión extraordinaria desde las 10-, la semana que viene sería imposible que el Senado la convierta en ley ya que esa cámara es controlada por el justicialismo, que retomaría el dictamen de minoría emitido este jueves por los diputados de ese partido. Ese texto alternativo modifica varios puntos de la reforma tributaria -lo que reduce el ingreso esperado por el gobierno provincial- y anula la posibilidad de endeudarse.

Con ese criterio, de no mediar una negociación que destrabe esa paridad de fuerzas, el Ejecutivo no conseguiría que la Legislatura le dé las herramientas fiscales para hacer frente al déficit esperado el año que viene.

Por lo pronto, lo que ocurrió este jueves en la Legislatura fue que los integrantes de la comisión recibieron a diferentes sectores, incluso a los docentes de Amsafé que reclaman más fondos para educación y sobre todo salarios. El miércoles pasaron por allí los intendentes, que pidieron que algún proyecto de reforma tributaria -no especificaron cuál- sea aprobado para contar con mñas fondos.

Los legisladores del PJ unificaron su oposición al proyecto enviado por Binner y criticaron la exposición del ministro de Economía provincial, Ángel Sciara, quien dijeron “dejó más dudas que certezas”.

Pero la clave está en el rol del kirchnerismo en Santa Fe, que votaría en sintonía con el reutemismo. El diputado provincial del Frente para la Victoria, Luis Rubeo, adelantó que debería eximirse la sexta cuota de patente a productores afectados por la sequía, transportistas de carga y personas que usen utilitarios o brinden servicios de transporte público.

Además, exigió subir el piso de facturación de las empresas que deberán pagar Ingresos Brutos -hasta ahora gozan de exinción de ese impuesto- a 60 millones de pesos.

El socialismo estaba dispuesto a aceptar la primer imposición pero no la segunda. Al final no hubo acuerdo y ahora el PJ en bloque podría imponer su propio proyecto, ya que el Frente Progresista no cuenta con dos tercios en la Cámara Diputados como para imponer la norma, pero sí tiene ese porcentaje el PJ en el Senado.