Norma vivía en el 7º piso de la última torre de Salta 2141. Anahí, en el 5º del primer cuerpo. Ambas sobrevivieron al horror pero en el camino lo perdieron todo. Aquel maldito martes Norma estaba en la cama cuando “un monstruo” destrozó sus paredes. En tanto Anahí sentía algo raro en el aire mientras hablaba por teléfono con su marido. A las 9.38 fue la explosión y un torre entera desapareció. A un mes de la tragedia sólo tienen palabras de agradecimiento para quienes las rescataron. En el programa A diario, de Radio 2, recordaron a sus héroes.

Pianista, Norma Pellegrini tiene 73 años. Fiel oyente de la radio, el 6 de agosto tenía el dial en el 1230. Nunca se imaginó que un mes después hablaría con uno de los conductores de la Dos para contarle su historia. En diálogo con A Diaro, el programa que conduce Alberto Lotuf, reconstruyó sus pensamientos cuando los escombros la aprisionaban. “Pensaba que me iba a morir así que le pedí a Jesús que me abrazara fuerte y me ayudara a partir con él”, recordó.

Pero en ese momento –aseguró– escuchó la voz de un “ángel”: era Franco, su vecino, que le preguntaba cómo estaba. Minutos después llegaron refuerzos como caídos del cielo: Mario, un taxista devenido en rescatista por las fuerzas de las circunstancias y Alfredo, bombero de profesión. Ambos la condujeron hacia abajo, a tierra firme. “Son dos tesoros”, sostuvo emocionada.

Hace apenas unos días, Norma y Mario se reencontraron; él le devolvió algunas cositas que la mujer había logrado rescatar de su casa: una radio Sony, una pulsera y un rosario. Y se fundieron en un abrazo. Muy parecido al que Anahí y Néstor se dieron a través de la radio.

Anahí Salvatore es óptica y tiene 49 años, aunque todos la recuerdan como “la mujer de la ventana”: aferrada al umbral de lo que quedó de la abertura, acalorada y sofocada, pedía desde el quinto piso ayuda a gritos. Su foto recorrió el mundo y se convirtió en una de las postales más emblemáticas del día más triste que vivió Rosario.

Sin embargo, Anahí confesó que cuando ve las imágenes de aquella jornada aún no lo puede creer. Señaló que nunca se imaginó la forma en la que Néstor le acercó la botella de agua, entre suspendido en el aire y pegado contra la pared, con maniobras dignas del Hombre Araña. 

A pesar de todo, “la mujer de la ventana” aseguró que se mantuvo lúcida en todo momento y que ver a su marido sano y salvo en la vereda fue para ella el alivio que necesitaba. Minutos antes de la explosión, lo había telefoneado a su trabajo para contarle que sentía un fuerte olor a gas en el departamento y que un zumbido le perforaba los oídos.

Néstor escuchó su relato e inmediatamente se comunicó con la radio: quería tener noticias de Anahí, sabía que como él, iba a estar intranquila por la fecha.

Ambos coincidieron que este 6 de septiembre se siente distinto: “Es turbulento”, apuntó Anahí.