El gobernador Hermes Binner blanqueó su malestar con el inicio de las actvidades del casino, algo que, sin palabras, ya había hecho saber con su ausencia en la fiesta de inauguración del gigantesco complejo de bulevar Oroño y Circunvalación.

“No es una cuestión moral. Pero en lo personal nunca estuve de acuerdo con las salas de juego. Una cosa es que estén en un lugar de vacaciones, otra en una ciudad de trabajo, Rosario es una ciudad de trabajo”, afirmó el mandatario santafesino en diálogo con el periodista de Radio 2 Pablo Procopio, quien lo entrevistó en el marco de la Quinta Semana de la Agricultura Urbana.

El mensaje de Binner acaso no caiga bien en algunos sectores del propio gobierno municipal de Miguel Lifschitz, que apuestan a Rosario como ciudad turística y ven en el complejo City Center, que además del casino incluye un hotel cinco estrellas, una oportunidad enorme para fortaecer ese perfil.

Pero no, Binner cree que quienes en gran parte transformarán su dinero en fichas de ruleta y combustible de tragamonedas serán los trabajadores rosarinos, muchos de los cuales habitan la humilde barriada que rodea el lujoso casino más grande de América latina, según lo promocionan sus propios dueños.

“Sería una pena que los bajos sueldos de los trabajadores se reduzcan aún más en pos de una riqueza rápida que no van a tener”, enfatizó en ese sentido.

En cuanto a la polémica por los colectivos gratis que quiere poner el casino, dijo que ese es problema que tiene que resolver la Municipalidad.

El PS también

La postura de Binner fue respaldada por el jefe del bloque socialista de la Cámara de Diputados, Eduardo Di Pollina. El legislador –que también era diputado cuando se votó la ley de casinos impulsada por el gobierno de Jorge Obeid– recordó que “históricamente el Partido Socialista ha estado en contra de las salas de juego”.

“Cuando se trató la ley de casinos votamos en contra”, recordó Di Pollina y sostuvo que las salas de la zona sur “no son ningún signo de progreso para nuestra ciudad".

“Es ínfima la cantidad de gente que puede llegar a ganar, la mayoría deja su plata en las salas de juego. A la sociedad no le aporta nada positivo”, expresó el diputado socialista.

Agregó que no habrá un impulso económico en la zona sur “mas que en algunos comercios muy acotados” y  concluyó que “está comprobado que el casino ni siquiera aporta turismo”.