Inundaciones, evacuados y destrozos es la síntesis del saldo que dejó un fuerte temporal de lluvia y granizo que azotó a la provincia de Mendoza este viernes por la noche. La tormenta se desató poco después de las 22.40 y duró casi media hora, momento en el que cayeron piedras “del tamaño de un puño”, según aseguran en la zona.

La pedrea causó, además, importantes daños en los autos de los turistas que visitan el lugar, quienes fueron sorprendidos por el temporal mientras cenaban en bares y restaurantes de San Rafael, epicentro del desastre, 230 kilómetros al sur de la capital mendocina.

Si bien todavía no se contabilizaron los daños, se habla de pérdidas millonarias y graves destrozos en cultivos de vid y frutales, que aún no habían sido cosechados.

Según informó Defensa Civil, la magnitud de la tormenta provocó el colapso de acequias, lo que generó inundaciones en calles y casas. "Ya hay unos 250 reclamos por daños, pero la prioridad en las tareas de emergencia son las casas inundadas", se detalló.

Además, varios barrios sanrafaelinos quedaron sin luz y con sus calles anegadas, mientras que también había problemas con el servicio de teléfono y de agua potable. Este sábado, unos 5.000 usuarios de esa región continuaban sin energía eléctrica.

Las zonas más afectadas fueron los distritos de El Cerrito, Cuadro Benegas, Las Paredes, Rama Caída, Cuado Nacional, así como el centro de la ciudad.