Mientras espera el alta médica para volver a su Misiones natal, Julián pasa las horas junto a su mujer en un sanatorio de Rosario y reclama reconocimiento para el trabajo de la Gendarmería nacional. Es el último de los efectivos heridos en la tragedia de la semana pasada en Chubut que permanece hospitalizado, con su brazo izquierdo en recuperación.

El joven, de 21 años, recibió en su pieza a Canal 3 y dijo que espera “terminar pronto con las curaciones y los trámites” para reencontrarse con el resto de su familia, aunque deberá afrontar una rehabilitación de seis meses.

En diálogo con Telenoche repasó el momento del choque entre dos colectivos y un camión, al regreso de una intervención en el conflicto sindical de Cerro Dragón, y recordó: “Se me rompió el brazo pero enseguida me ayudaron y me tranquilicé, después entré al colectivo que estaba sano hasta que me llevaron”.

Sin embargo, lamentó lo que considera un escaso reconocimiento popular al desempeño de los gendarmes. “¿Por qué tienen que pasar estas cosas para que la gente se dé cuenta (de su función)?”, planteó, y consideró que, además de las víctimas fatales, “hay muchos otros que también merecen un homenaje porque sacaron –de la escena de la tragedia– a muchos compañeros; los gendarmes somos todos camaradas, acostumbrados a trabajar en grupo y unidos”.

Aún conmovido por lo que le tocó vivir, asegura que “uno no se puede olvidar, es muy difícil”, y contó que lo primero que hizo fue llamar a su esposa, con la que se casó en mayo último, para darle la noticia pero tranquilizarla porque él estaba bien.

“Sólo quiero recuperarme y esperar que la gente se dé cuenta del trabajo del gendarme, que es muy sacrificado”, redondeó su deseo.