Horacio Elizondo cumplió una excelente tarea este domingo, en el partido que Italia le ganó a Francia y se clasificó campeón del mundo 2006. Al árbitro argentino no le tembló el pulso cuando sancionó el tiro penal a favor de Francia y tampoco en la expulsión de Zinedine Zidane.

 

La clara, pero sobre todo grosera infracción dentro del área de Materazzi fue debidamente sancionada por Elizondo. Recién se jugaban seis minutos de la mismísima final del mundo y no muchos árbitros se animan a adoptar una determinación semejante.

 

Asimismo, el juez estuvo correcto en las tarjetas amarillas y no cayó en esas jugadas en las que suelen caer otros árbitros cuando los futbolistas simulan infracciones para ver si les otorgan la pena máxima.

 

Finalmente, la tarjeta roja a Zidane fue otra muestra de la autoridad bien aplicada. El francés es un jugador diferente y de enorme prestigio, sin dudas, Pero este domingo se equivocó y el argentino, previa consulta al asistente, su compatriota Darío García, expulsó al volante como correspondía.

 

Al arbitrar este partido, Horacio Elizondo batió varios records, entre ellos ser el único árbitro de la historia en dirigir el primero y el último partido de la Copa del Mundo.

 

Fuente: Télam