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Las expectativas que se habían creado en Justiniano Posse (Córdoba) en torno a la presencia de Horacio Elizondo para dirigir el tercer partido de la final de Primera B de la Liga Bellvillense de Fútbol, no tuvieron correlato en lo que finalmente pasó.

 

El árbitro internacional argentino que dirigió la final del último Mundial entre Italia y Francia era el invitado de lujo para la definición entre Atlético y Sarmiento, ambos de la localidad de Leones. En Posse (unos 30 kilómetros al sur de Bell Ville), los dos equipos se jugaban el título tras ganar una vez cada uno en los anteriores choques (en el segundo dirigió Héctor Baldassi).

 

Unas cinco mil personas habían hecho explotar la cancha del club Complejo Deportivo Teniente Origone, atraídas sobre todo por la figura del referí, pero el partido ni siquiera dio comienzo: mientras los jugadores de Sarmiento hacían el reconocimiento previo del terreno, un carrete portacinta de máquina registradora voló desde la tribuna y dio en la cabeza del arquero José Oviedo.

 

Por el impacto, el jugador sufrió algunos mareos y Elizondo decidió suspender el partido por falta de garantías de seguridad. La medida generó malestar en el expectante público, que no tuvo más que retirarse de la cancha y esperar ahora que el juez que expulsó a Zinedine Zidane en la definición de Alemania 2006 confirme su presencia para cuando el juego se concrete.