Un estudio inglés determinó que las mujeres pueden beber pequeñas dosis de alcohol durante sus embarazos sin dañar por ello a sus bebés. Según indicaron, una pequeña cantidad no aumenta el riesgo de que los niños sufran problemas de conducta. Sin embargo, algunos científicos se oponen y recomiendan a las madres evitar la ingesta.
De acuerdo a lo publicado por la BBC, un equipo de investigadores de la University College London señaló que hasta dos bebidas a la semana -durante el embarazo- se puede considerar una medida "ligera" de ingesta de alcohol.
El estudio realizado en 12.500 niños de tres años encontró que estos infantes, de madres que bebieron de forma liviana durante la gestación, tuvieron un riesgo menor de sufrir problemas de comportamiento.
Sin embargo, las opiniones de los expertos están divididas. Algunos piensan que lo que la investigación consigue es tranquilizar o calmar a las mujeres para darles una falsa sensación de seguridad.
El consejo de las autoridades británicas dirigido a las mujeres embarazadas o a aquellas que intentan concebir, es de evitar ingerir alcohol. Pero, si optan por beber, deberían tomar no más de una o dos unidades – una unidad representa ocho gramos de alcohol – de alcohol una o dos veces a la semana.
Los niños de madres que consumen altas cantidades de alcohol pueden desarrollar el síndrome alcohólico fetal. En los casos más graves, el consumo excesivo de alcohol puede causar un aborto, que el niño nazca muerto o un daño permanente del feto durante su crecimiento.
Un número reducido de bebés, en los cuadros más severos, puede nacer con síndrome alcohólico fetal y con síntomas que incluyen problemas en su desarrollo físico y mental.
De acuerdo a lo publicado por la BBC, un equipo de investigadores de la University College London señaló que hasta dos bebidas a la semana -durante el embarazo- se puede considerar una medida "ligera" de ingesta de alcohol.
El estudio realizado en 12.500 niños de tres años encontró que estos infantes, de madres que bebieron de forma liviana durante la gestación, tuvieron un riesgo menor de sufrir problemas de comportamiento.
Sin embargo, las opiniones de los expertos están divididas. Algunos piensan que lo que la investigación consigue es tranquilizar o calmar a las mujeres para darles una falsa sensación de seguridad.
El consejo de las autoridades británicas dirigido a las mujeres embarazadas o a aquellas que intentan concebir, es de evitar ingerir alcohol. Pero, si optan por beber, deberían tomar no más de una o dos unidades – una unidad representa ocho gramos de alcohol – de alcohol una o dos veces a la semana.
Los niños de madres que consumen altas cantidades de alcohol pueden desarrollar el síndrome alcohólico fetal. En los casos más graves, el consumo excesivo de alcohol puede causar un aborto, que el niño nazca muerto o un daño permanente del feto durante su crecimiento.
Un número reducido de bebés, en los cuadros más severos, puede nacer con síndrome alcohólico fetal y con síntomas que incluyen problemas en su desarrollo físico y mental.


