Como ya sucedió en otros incidentes de tránsito con víctimas fatales, y donde la Justicia requiere registros fílmicos como parte importante de la prueba, otra vez las cámaras públicas no son aporte para ello. En el caso que involucra al futbolista Lautaro Andrés González Riaño, la cámara de Ovidio Lagos y Salta "no funcionaba", según se desprende de un informe de la Municipalidad entregado al Ministerio Público de la Acusación.

Según informó el periodista Hernán Funes en La primera de la tarde (Radio 2), fue como respuesta a un oficio con la solicitud de las imágenes por el accidente del fin de semana en Ovidio Lagos y Catamarca, donde el santafesino ex Colón y ahora jugador de Cambaceres atropelló y mató a un motociclista al escapar a toda velocidad de un control de alcoholemia. Ese operativo era en la esquina donde hay una cámara que monitorea la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana.

La respuesta, enviada tras una semana, dice textualmente que la cámara de Ovidio Lagos y Salta "no funcionaba el 21/08 por un problema técnico". Está firmado por un funcionario municipal.

Para la Justicia, esa cámara era una prueba fundamental. Debería haber registrado el momento en el que se fuga de los inspectores. Tras el choque, un examen reveló que tenía 1,45 miligramos de alcohol en sangre, lo que prácticamente triplica el máximo permitido, que es de 0,50 miligramos.

Más allá de eso, la Justicia considera acreditado el hecho por medio de otras evidencias. Entre ellas, que el implicado, de 21 años, fue detenido por la Policía en el momento y lugar del hecho.

El hecho

Lautaro Andrés González Riaño conducía un Peugeot 208 cuando, el domingo, escapó de un control de alcoholemia en Ovidio Lagos y Salta, y en su carrera cruzó un semáforo en rojo en Ovidio Lagos y Catamarca, donde embistió a un motociclista, que horas después falleció en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca).

El lunes fue imputado por la fiscal Valeria Piazza Iglesias por homicidio con dolo eventual y la jueza Patricia Bilotta le dictó la prisión preventiva por 30 días. Bajo esa figura, enfrenta un proceso que tiene una pena en expectativa de entre 8 y 25 años de prisión.

El tituar registral del auto es otro jugador de Colón, Germán Conti, quien iba en el vehículo pero no tiene responsabilidad penal en el accidente. Sí podría eventualmente tener que hacer frente a un reclamo civil. En tanto, el MPA formó una causa paralela contra un tercero por falso testimonio.