El aviso del taxista llegó apenas el pasajero subió al asiento de atrás: “Ojo que ya empezó a regir el aumento”. Sí, el intendente Miguel Lifschiz firmó ayer el decreto que reglamentó la suba que votó la semana pasada el Concejo Municipal. Así, los viajes son entre un 10 y un 12 por ciento más caros.

Este miércoles a la madrugada cientos de taxistas se apuraron en ir a los talleres donde se adaptan los relojes a un costo de alrededor de cien pesos. En Buenos Aires al 3800, por caso, había una cola interesante.

Con la nueva tarifa, los días de semana la bajada de bandera es de 3,70 pesos y la ficha de 17 centavos. Los fines de semana y feriados la bajada de bandera es de 3,90 pesos y la ficha de 19 centavos.

Entre los choferes que este miércoles empezaban a cobrarle más a los pasajeros las opiniones estaban divididas: los dueños de los coches decían que el aumento es insuficiente, los peones que hubieran preferido que no aumentara ya que, aseguran, va a generar una caída en la cantidad de vijes.