Ya arrancó el acto eleccionario en Chile donde se elige, en segunda vuelta, al presidente de la Nación. El candidato de la Alianza por el Cambio, Sebastián Piñera, emitió su voto pasadas las 9.40. Hizo lo propio la actual mandataria, Michele Bachelet.

Tal como ocurrió en la primera vuelta del 13 de diciembre, se espera que Eduardo Frei vote alrededor de las 10 en la comuna de La Unión, al sur del Santiago, tras lo cual se dirigirá a Santiago para seguir el escrutinio en su comando instalado en el Hotel Plaza San Francisco.

Las mesas de votación para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, a las que están convocados más de ocho millones de chilenos, comenzaron a constituirse a partir de las 07 de este domingo.

Un total de 8.285.186 ciudadanos acudirán hoy a las 34.325 mesas de votación repartidas por todo el país para elegir al sucesor de la socialista Michelle Bachelet, un cargo por el que compiten el derechista Sebastián Piñera y el oficialista Eduardo Frei.

En la primera vuelta, celebrada el pasado 13 de diciembre, el opositor Piñera, un millonario inversor, obtuvo un 44,03% de los votos, mientras que Frei, ex presidente (1994-2000) y candidato de la Concertación de centroizquierda, logró un 29,60%.

En aquella ocasión también compitieron el independiente Marco Enríquez-Ominami, que concitó un 20,13% de adhesiones, y Jorge Arrate, candidato de la izquierda extraparlamentaria agrupada en el Juntos Podemos, que tuvo un 6,21% de los votos.

Sin embargo, tanto los analistas como las últimas encuestas prevén que la contienda en esta segunda vuelta se definirá por un estrecho margen de diferencia.

Un sondeo de la consultora privada MORI, publicado este miércoles, otorgó a Piñera un 50,9% frente a un 49,1% de Frei, una diferencia que está por debajo del margen de error, que es del 3 por ciento.

El ganador de estas elecciones asumirá la presidencia el próximo 11 de marzo de manos de Michelle Bachelet, que goza de una popularidad del 80%, pero, tal como establece la ley, no puede optar a un segundo mandato consecutivo.

Las mesas de votación deberán permanecer abiertas nueve horas desde el momento en que queden instaladas, y se prevé que el primer cómputo oficial se conozca en torno a las 19.00 horas (22.00 GMT).

Desde el viernes todos los lugares de votación se encuentran bajo el control de las Fuerzas Armadas y Carabineros.

Además, hoy rige la ley seca, que impide la venta de bebidas alcohólicas, mientras que los centros comerciales no podrán funcionar este domingo y el resto de comercios sólo podrá abrir a partir de las 14.00 horas (17.00 GMT).

También, y hasta cuatro horas después del cierre de las urnas, no podrán funcionar los teatros, cines y recintos de espectáculos o eventos deportivos, artísticos o culturales.
Clima de paridad y empate técnico
El liderazgo en las encuestas que mantuvo el candidato de Alianza para el Cambio desde la misma noche en que se escrutó la primera vuelta electoral, el 13 de diciembre, insufló entusiasmo en la Concertación, que gobierna Chile desde hace 20 años.
El cambio de expectativas se puso de manifiesto a partir de un sondeo publicado esta semana por la consultora Mori, que planteó una diferencia de 1,8 por ciento a favor de Piñera, esto es una diferencia que está dentro del margen de error del 3% que tiene la muestra.
También aportó al entusiasmo del oficialismo el respaldo de última hora recibido por parte del ex concertacionista Marco Enríquez-Ominami, quien ahora se enfrenta al desafío de intentar fortalecer una tercera fuerza electoral o integrarse al frente progresista que ya se anticipa para contener a todos aquellos ajenos a los partidos tradicionales.

El ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, comparó las elecciones con el plebiscito de 1988 al insistir en las diferencias de los candidatos presidenciales frente a la figura del fallecido general Augusto Pinochet y señaló que la tarea de la Concertación será ver si hoy logra aunar a "las fuerzas del NO”, triunfantes en aquella consulta histórica.

Es que la Concertación gobernante incorporó en este mes de campaña el debate de "pinochetismo sin Pinochet” en su embestida hacia el candidato de la derecha cuyo entorno conformado por la Unión Democrática Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN) contiene a varios ex funcionarios y colaboradores de la dictadura.

Incluso Piñera, el único dirigente de la derecha que manifestó su voto en contra de Pinochet en 1988, acosado por las presiones de los partidos que lo sostienen, no pudo asegurar durante la campaña que ningún ex funcionario de la dictadura volverá a la Moneda en su eventual Gobierno.

Otro de los flancos que debió enfrentar el millonario Piñera fueron precisamente sus empresas y negocios que aún mantiene y que no resultan compatibles para un hombre de gobierno, por lo cual durante la campaña debió prometer que venderá sus paquetes accionarios en empresas como Lan Chile, Chilevisión o el club de fútbol Colo Colo.

Para Frei, quien gobernó Chile entre 1994 y 2000, los cuestionamientos se centraron en la crisis de la Concertación expuesta con el desprendimiento de Enríquez Ominami, un ex integrante del Partido Socialista, y su sorprendente elección que superó el 20 por ciento de los votos, un 1,4 millón de votos que podrían haber tenido como destino al candidato oficialista.

Desde el comando de Frei y desde el mismo gobierno no se ahorraron llamados ni gestos para el dirigente independiente y sus electores, al punto que Michelle Bachelet envió al parlamento el paquete de las llamadas "Leyes Ominami” vinculadas a inscripción obligatoria al voto, fortalecimiento de la educación pública y la protección de las aguas.

Para los analistas, la clave para la Concertación será captar el voto Ominami, lograr una alta concurrencia a las urnas para morigerar el 44 por ciento de votos que obtuvo Piñera en primera vuelta, y además lograr un bajo nivel de anulación o voto en blanco.

En mucho influirá que la elección se realiza en plenas vacaciones estivales, y que los veraneantes que están colmando los balnearios del Pacífico deberán emprender el regreso hacia las ciudades al menos por unas horas.

Pero tal es la sensación de paridad y la confianza en torno a los candidatos, que los comandos tienen preparados sus escenarios para los actos de celebración en las afueras de sus centros de operaciones: el Hotel Crowne Plaza en el caso de Piñera; y el Hotel Plaza San Francisco en el de Frei, ambos sobre la avenida Alameda.

Allí, donde se concentrará la prensa local e internacional, cada candidato seguirá los resultados de la elección y en caso de resultar ganador dará su primer mensaje al país como nuevo presidente electo.

Hoy, a partir de las 16 comenzarán a conocerse los resultados de las primeras mesas cerradas –el sistema permite mantener mesas abiertas hasta las 18-, y a partir de entonces se comenzará a barajar el futuro de cada candidato y de las mismas coaliciones que representan.

Fuente: EFE y Télam