Tres quirófanos del Policlínico Pami II quedaron cerrados después que un grupo de trabajadores sufriera malestares físicos a causa de los gases tóxicos emanados por la pintura utilizada para la refacción de ese sector.

No, no quedaron cerrados por los trabajos de acondicionamientos que estaban previstos para la temporada de vacaciones, cuando baja la demanda de camas. Tuvieron que cerrar porque los empleados del centro de salud empezaron a sentir profundos dolores de cabeza, irritación en los ojos y molestia en la garganta.

Los síntomas correspondían a un principio de intoxicación sufrida por la pintura irritante utilizada para refaccionar el sector de quirófanos del policlínico.

"Hubo compañeros que no recibieron la información de la no permanencia del sector y notamos que estos mismos compañeros eran más sensibles que otros y por eso sufrieron el malestar. En el día de ayer fueron atendido por guardias del policlínico y fueron revisado por profesionales de la ART", explicaron desde la dirección del Pami II.

Aunque la idea era que en la temporada de verano no cerraran los tres quirófanos sino uno por semana. El servicio quedó desafectado por completo a causa del altercado.