Los trabajadores del Sanatorio del Litoral tomaron las instalaciones y cortaron la calle este jueves a la tarde. La manifestación está encabezada por los casi 150 empleados, no médicos, de ese efector (ex hospital Ferroviario), quienes mantienen tomado el edificio y bloquearon la calle Presidente Roca a la altura de Viamonte para reclamar respuesta a alguna autoridad de gobierno.

“Hicimos todos los trámites y denuncias posibles, pero nadie se hace cargo de nuestro problema”, explicó Raquel Mujica, una de las empleadas que ante la ausencia de delegados gremiales hace las veces de vocera del grupo, a Rosario3.com.

“Desde el mes de octubre último, cuando el director del sanatorio, Conrado Rodríguez, renunció a su cargo y la administradora de la empresa Siresa S.A., María Alejandra Bloomintong, desapareció llevándose la documentación, nadie más se comunicó con nosotros", denunció Mujica. A los trabajadores quedaron debiéndonos sueldos, aguinaldos, aportes a la obra social y a la ART.

“Desde el año 2000, cuando la empresa Siresa S.A. se hizo cargo del efector siempre hubo atrasos en los pagos”, reconocieron los empleados, pero la situación se complicó a partir del mes de octubre cuando los últimos pacientes que quedaban internados fueron trasladados a otros sanatorios y las instalaciones quedaron vacías.

Desde entonces, los trabajadores continúan cumpliendo sus turnos habituales, pero no cobran sus haberes, por lo cual reclaman al gremio de la Unión Ferroviaria –que hasta ahora no ha realizado gestión alguna– que interceda por ellos ante la secretaría de Trabajo de la provincia.

Los empleados por cuenta propia hicieron la correspondiente denuncia ante esa dependencia del estado provincial, además de múltiples gestiones frente a la gobernación y la vicegobernación de la provincia, pero no han conseguido respuesta.

“Lo que pedimos es que se resuelva nuestra situación porque al no recibir ni siquiera los telegramas de despido, no podemos retirarnos del sanatorio, no podemos cobrar indemnización ni podemos iniciar demandas a la administradora que nos dejó en la calle”, se quejan los empleados.