Una empresa de trenes de Japón ha incorporado recientemente un aparato de lo más raro: un "sonrisómetro". Sí, un escáner de sonrisas que sirve para poder medir la sonrisa con la que sus trabajadores atienden a los clientes. Para que todos se vayan contentos... menos los trabajadores forzados a sonrisas falsas, claro está.
El aparato consta de una webcam digital que toma imágenes cada cierto tiempo a la sonrisa de los trabajadores. La imagen, tratada con un programa informático, mide la comisura de los labios o el entorno de los ojos y entonces le da una puntuación a cada sonrisa.

La compañía fabricante del escáner, Omron, dice que no sirve para espiar a los trabajadores, sino para ayudarles a prestar un mejor servicio, porque sonreír demasiado puede enervar a la clientela, explican. Para ello recomiendan que las sonrisas reciban una puntuación de entre 70 y 100.