En el marco del XXXVIII Congreso Argentino de Cardiología llevado a cabo recientemente en Buenos Aires, los miembros del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) presentaron las conclusiones del Registro Argentino de Implante Valvular Aórtico Percutáneo (IVAP), en el cual constan los resultados de una técnica mínimamente invasiva que logra el reemplazo de la válvula aórtica mediante cateterismo.
El trabajo analítico compiló 292 intervenciones (51 por ciento en hombres y 49 por ciento en mujeres), llevadas a cabo entre marzo de 2009 y septiembre de 2012 en 28 instituciones públicas y privadas de Buenos Aires, Bahía Blanca, La Plata, Córdoba, Rosario y Santa Fe.
En ellas se demostró que la novedosa técnica -mucho menos invasiva que el procedimiento convencional, la cirugía a corazón abierto- presenta una tasa de éxito del 97 por ciento, cifra similar a las registradas en otros centros del mundo, muchos de los cuales son de alta complejidad y se encuentran en países desarrollados.
"El reemplazo de válvula aórtica por cateterismo fue desarrollado en Francia y se utiliza en humanos desde 2002. Su avance y crecimiento no tienen que ver con el hecho de que la técnica convencional, la cirugía a corazón abierto, sea mala porque, por el contrario, es muy buena. No obstante, en cierto tipo de pacientes como las personas añosas o aquellas que presentan otras patologías como la enfermedad pulmonar, el riesgo de llevar a cabo ese tipo de operación es muy alto", expuso. El doctor León Valdivieso, médico especialista en Cardioangiología Intervencionista, miembro del CACI y coordinador del Registro de IVAP.
"La técnica, entonces, se desarrolló pensando en aquellos pacientes inoperables, ya que al colocarse el stent con la válvula dentro por una pequeña incisión en la ingle, obviamente los riesgos y la complejidad son menores. En esos pacientes, de no existir un procedimiento como éste, la única opción sería seguir de por vida sólo con medicación, mientras que de esta forma pueden tener más y mejor vida", agregó el especialista, quien además comentó que por los buenos resultados que tuvo desde el inicio el reemplazo de válvula aórtica por cateterismo, se están realizando estudios para extender su uso a pacientes que no presentan alto riesgo o avanzada edad.
En cuanto a la importancia de contar con un registro de casos, el doctor Miguel Payaslian, médico especialista en Cardioangiología Intervencionista, miembro del CACI y también coordinador del Registro de IVAP, sostuvo: "Para nosotros era importante saber si nuestro país está empleando bien una tecnología innovadora, así como también observar si los resultados eran similares a los obtenidos en instituciones internacionales de prestigio y, finalmente, compilar documentación para que el CACI analice la posibilidad de compartir estos datos con las autoridades sanitarias y solicitar que la nueva técnica sea incluida en un futuro cercano en el Plan Médico Obligatorio (PMO)".
Técnicamente, el reemplazo consiste en la introducción desde una arteria periférica de un catéter de apenas 6 mm de diámetro, que contiene un stent "autoexpandible", que lleva una válvula similar a la que se implanta por cirugía, hasta el interior de la válvula enferma.
Una vez hecho eso, el operador acciona un sistema de liberación que consiste en sacar la camisa protectora, quedando al descubierto la nueva válvula que se autoexpande sola en el interior de la válvula aórtica.
Fuente: Pro Salud News
El trabajo analítico compiló 292 intervenciones (51 por ciento en hombres y 49 por ciento en mujeres), llevadas a cabo entre marzo de 2009 y septiembre de 2012 en 28 instituciones públicas y privadas de Buenos Aires, Bahía Blanca, La Plata, Córdoba, Rosario y Santa Fe.
En ellas se demostró que la novedosa técnica -mucho menos invasiva que el procedimiento convencional, la cirugía a corazón abierto- presenta una tasa de éxito del 97 por ciento, cifra similar a las registradas en otros centros del mundo, muchos de los cuales son de alta complejidad y se encuentran en países desarrollados.
"El reemplazo de válvula aórtica por cateterismo fue desarrollado en Francia y se utiliza en humanos desde 2002. Su avance y crecimiento no tienen que ver con el hecho de que la técnica convencional, la cirugía a corazón abierto, sea mala porque, por el contrario, es muy buena. No obstante, en cierto tipo de pacientes como las personas añosas o aquellas que presentan otras patologías como la enfermedad pulmonar, el riesgo de llevar a cabo ese tipo de operación es muy alto", expuso. El doctor León Valdivieso, médico especialista en Cardioangiología Intervencionista, miembro del CACI y coordinador del Registro de IVAP.
"La técnica, entonces, se desarrolló pensando en aquellos pacientes inoperables, ya que al colocarse el stent con la válvula dentro por una pequeña incisión en la ingle, obviamente los riesgos y la complejidad son menores. En esos pacientes, de no existir un procedimiento como éste, la única opción sería seguir de por vida sólo con medicación, mientras que de esta forma pueden tener más y mejor vida", agregó el especialista, quien además comentó que por los buenos resultados que tuvo desde el inicio el reemplazo de válvula aórtica por cateterismo, se están realizando estudios para extender su uso a pacientes que no presentan alto riesgo o avanzada edad.
En cuanto a la importancia de contar con un registro de casos, el doctor Miguel Payaslian, médico especialista en Cardioangiología Intervencionista, miembro del CACI y también coordinador del Registro de IVAP, sostuvo: "Para nosotros era importante saber si nuestro país está empleando bien una tecnología innovadora, así como también observar si los resultados eran similares a los obtenidos en instituciones internacionales de prestigio y, finalmente, compilar documentación para que el CACI analice la posibilidad de compartir estos datos con las autoridades sanitarias y solicitar que la nueva técnica sea incluida en un futuro cercano en el Plan Médico Obligatorio (PMO)".
Técnicamente, el reemplazo consiste en la introducción desde una arteria periférica de un catéter de apenas 6 mm de diámetro, que contiene un stent "autoexpandible", que lleva una válvula similar a la que se implanta por cirugía, hasta el interior de la válvula enferma.
Una vez hecho eso, el operador acciona un sistema de liberación que consiste en sacar la camisa protectora, quedando al descubierto la nueva válvula que se autoexpande sola en el interior de la válvula aórtica.
Fuente: Pro Salud News