En Mendoza sí. La incorporación de cámaras a los taxis, proyecto que está contemplado en Rosario, comenzó a llevarse a cabo en esa ciudad cuyana. La nueva herramienta contra la delincuencia sacará fotos a los clientes para que en caso de que ocurra algún delito tengan el registro de los asaltantes.

Según explicaron autoridades locales, apenas ingresa el pasajero al vehículo se activa el sistema, y saca una foto que se envía por satélite y queda archivada por 30 días.

De los 1.200 vehículos que funcionan como taxis en esa provincia, 400 ya tienen este sistema de cámaras, y según el ministerio de Seguridad, Mendoza es la única provincia de la Argentina que tiene esta cantidad.

Los choferes y dueños de taxis esperan que con este nuevo sistema de seguridad se ponga un límite a la cantidad de asaltos que sufren a diario los conductores, que hace meses vienen reclamando medidas para combatir la delincuencia.

En Rosario, las cámaras brillan por su ausencia

A pesar de que la ordenanza municipal sancionada en junio de 2008 establece como obligatorias, entre las medidas de seguridad, la cámara para captar imágenes en tiempo real dentro del habitáculo del auto y un micrófono para registrar las conversaciones, ésto aún no se ha implementado.

“El gran obstáculo para poner ese requisito en funcionamiento radica en el costo", aseguró a Rosario3.com, Mario Cesca, representante de Taxistas Independientes, y precisó que el valor de la cámara reglamentaria ronda los 1.500 pesos. “Es muy difícil asumir ese costo, son dispositivos importados y en un año como éste en que, además, el trabajo disminuyó no hay margen para semejante inversión", agregó.

La medida también recibió algunos cuestionamientos de parte de los pasajeros que en aras de proteger su privacidad, se niegan a ser fotografiados o filmados a bordo de los vehículos.

Las medidas exigidas en la ordenanza vigente para la ciudad de Rosario, además de la polémica cámara, son: la instalación de un servicio de monitoreo a través de un GPS, el botón de pánico para casos de emergencia y un intercomunicador que permita el contacto entre el chofer de la unidad y el operador de radiotaxi.