Las pérdidas económicas sufridas a raíz de las tormentas de granizo eran considerables en Mendoza y el gobierno de esa provincia tomó cartas en el asunto. La decisión fue proteger los viñedos de la región con aviones que se encargan de cortar el hielo de raíz.

A través de un sistema de radares se detectan los procesos en las nubes que indican la inminencia de una tormenta de piedra y allí van los Piper Cheyenne II, el modelo de las cuatro naves que se trajeron el año pasado desde Estados Unidos a unos 750 mil dólares cada uno.

La lucha contra el granizo se hace “sembrando” las nubes con ioduro de plata, que se segrega a través de la combustión de unas bengalas adosadas en las alas del avión y combaten la producción del hielo.

“Este programa con el uso de aviones tiende a disminuir los riesgos, no garantiza un total éxito en la lucha contra el granizo”, aclaró a Rosario3.com Laura Montero, ministra de Economía de Mendoza, pero una entendida en el tema por su carácter de ingeniera agrónoma.

Pero enfatizó en que “se han reducido los parámetros de estas tormentas porque se logra detectar las zonas de génesis de las mismas”.