Ciro Seisas

Hugo Moyano golpeó primero. Al lanzar el paro nacional camionero anoche desde un programa de televisión logró demostrar, al gobierno y a los sectores que impulsan su partida de la conducción de la Confederación General de Trabajadores (CGT), que es el único con la capacidad de poner a pensar en rediseño de los engranajes de la producción y los servicios en todo el país.

Logró crear tal presión sobre el transporte y la logística de mercaderías, combustible, pasajeros, caudales y emergencias que la ciudad se declaró “en alerta” a la espera de que la CGT local decida adherir a la medida nacional. Moyano delineó para los sectores consultados un inequívoco mensaje: hay que sentarse a negociar con él hoy mismo o “la situación no va a dar para más”. Así lo entienden sindicalistas, empresarios y transportistas relevados por Rosario3.com, en un panorama que aparece como la antesala de un paro general.

De acuerdo a la confirmación del Sindicato de Recolectores, el servicio ya está resentido por la realización de asambleas cada dos horas. Pende de un hilo la normalidad.

Por el lado del transporte público, desde el Sindicato de Peones de Taxis que conduce Horacio Boix, aseguran que hasta que la CGT local no decida adherir al paro se trabajará con normalidad. Pero el servicio comenzará a ver en las próximas horas una disminución de la cantidad de coches en la calle. Son el casi 30% de los autos que no funcionan a GNC y dependen del gasoil.

En las refinerías locales, la postal es para alarmarse. En la Esso San Lorenzo, Prefectura Naval intentaba normalizar la salida de vehícuos con combustible. En la refinería de la YPF, unos 30 gendarmes irrumpieron horas atrás a la espera de la orden de dejar salir los camiones. En la refinería de San Lorenzo “estamos haciendo recircular la nafta, la pasamos por los hornos y la hacemos pasar por los ductos. Es una maniobra con algo de riesgo, pero es la que nos quedó. La otra opción es parar la planta. Y hacer eso sí es complicar el abastecimiento, porque pararla implica que para ponerla en marcha hacen falta 20 días”, sintetizó Rubén Pérez, secretario del Sindicato de Empleados de Petróleo, Gas Privado y Biocombustibles. “Es como pasar nafta de un balde al otro, pero se hace para no frenar el proceso”, ironizó.

En las empresas de transporte de caudales el aire se respira denso. Si bien existe una actitud de no dramatizar y no empujar a una profecía autocumplida de desabastecimiento de cajeros automáticos y bancos, la actualidad preocupa al punto de aguardar el momento en que los transportadores de caudales “claven bandera y paren”. Podría suceder en cualquier momento. Por eso se suceden las reuniones una tras otra. Hay que rediseñar la distribución y acelerar el proceso antes de que la tarde los sorprenda. Según comunicaron a las gerencias de las empresas los camioneros trabajarán hasta mañana a las 14 tienen decidido salir.
Después se plegarán.

En los supermercados mayoristas, el feriado del 20 de junio había obligado a abastecer a otros comercios minoristas con antelación. Hasta la tarde no habrá problemas de distribución. Pero ya prevén un paro general que complique el día de mañana. La sensación que pudo recoger Rosario3.com es que hoy mismo debe negociarse un encuentro con camioneros y el Ministerio de Trabajo de la Nación. Es la medida de la tranquilidad de los clientes y de los consumidores finales, que están más cerca de encontrarse con góndolas semivacías. “Tenemos un colchón que es el que pudimos armar antes del feriado. Pero los negocios de la región que se abastecen en Rosario se van a complicar desde la tarde, porque el transporte no va a llegar. Se hacen entregas dos veces a la semana. Los sábados y domingos no están incluidos”, revela un distribuidor de alimentos local.

“Hasta acá, nada. Pero si se pliega la CGT, nos sumamos al paro general y no habrá taxis. Estamos en contacto permanente con Rubén (López, secretario de la CGT local). Esto da lugar a dos lecturas: para el gobierno y los gremios opositores en la CGT. El único que puede hacer esto es Moyano”, analizó Horacio Boix.

¿El gobierno es antiperonista? Así lo aseguró Moyano. El hombre del sindicato de Petróleo y Gas privado se ataja, pero responde. “No hay que comerse los amagues. Tanto el gobierno como Moyano tienen complicidades, por ejemplo, con las obras sociales sindicales. Antes eran socios y eso se rompió. Con lo del mínimo no imponible de Ganancias lo apoyamos a Moyano, pero a José Ignacio Rucci no se le hubiera ocurrido robarle afiliados a otro sindicato. Esta pulseada entre dos poderosos los llevará a acercarse”, analizó.