Especialistas en Ceremonial condenaron la actitud de un rosarino que estaba con el torso desnudo en el Monumento a la Bandera, por lo cual un gendarme lo obligó a ponerse una remera. “Evidentemente existe en la sociedad grosería y vulgaridad; estamos en una sociedad berreta”, dijo el presidente del Centro de Altos Estudios en Ceremonial de Buenos Aires, Rubén Gavaldá.
En diálogo con el periodista Alberto Lotuf, en el programa De tarde en tarde, de Radio 2, Gavaldá se preguntó: “¿Por qué tomar sol en el Monumento si enfrente hay un hermoso parque? Es un desatino; se falta el respeto al símbolo y también al resto de las personas, porque la bandera está por encima de estas miserias”.
Para el especialista porteño “es alarmante” lo que pasa en la sociedad y dijo que “tdo ser tiene sentido común, tacto y buen gusto”, pero que “algunos los explotan y otros no”.
Por su parte, Adelma Aldana, directora de Ceremonial del Concejo, que respeto significa “veneración, reverencia, miramiento. Pero parece que estas palabras si las ponemos en práctica estamos pasados de moda”.
“No hay conciencia ciudadana”, sostuvo Aldana, que agregó que el problema más importante que enfrentan los gendarmes que cuidan el Monumento son “las parejitas que terminan haciendo el amor sin miramientos”.
En diálogo con el periodista Alberto Lotuf, en el programa De tarde en tarde, de Radio 2, Gavaldá se preguntó: “¿Por qué tomar sol en el Monumento si enfrente hay un hermoso parque? Es un desatino; se falta el respeto al símbolo y también al resto de las personas, porque la bandera está por encima de estas miserias”.
Para el especialista porteño “es alarmante” lo que pasa en la sociedad y dijo que “tdo ser tiene sentido común, tacto y buen gusto”, pero que “algunos los explotan y otros no”.
Por su parte, Adelma Aldana, directora de Ceremonial del Concejo, que respeto significa “veneración, reverencia, miramiento. Pero parece que estas palabras si las ponemos en práctica estamos pasados de moda”.
“No hay conciencia ciudadana”, sostuvo Aldana, que agregó que el problema más importante que enfrentan los gendarmes que cuidan el Monumento son “las parejitas que terminan haciendo el amor sin miramientos”.