Con el objetivo de apurar la aprobación de una ley para el reconocimiento de las uniones civiles, dos diputados del partido La Rosa en el Puño retocaron ayer el pesebre navideño de la Cámara de Diputados Italiana y en lugar de los bíblicos María y José, los padres del niño Jesús, se pudo ver a dos parejas de gays.

"Esta mañana, mientras nos dirigíamos al Parlamento para participar en el debate sobre el presupuesto del 2007, depositamos dos parejas de homosexuales, una formada por hombres y otra por mujeres, al lado de los pastores del pesebre", comentaron Bruno Mellano y Donatella Poretti, diputados de La Rosa en el Puño. La reivindicación fue retirada poco después por un empleado del recinto.

Para la representación de la pareja lesbiana, Mellano y Poretti eligieron dos muñecas Barbie abrazadas que cargaban una pancarta que decía: "Italia quiere el matrimonio gay como en la España de Zapatero".

El controvertido y legendario novio de Barbie, Ken, fue la opción masculina elegida para reivindicar en cambio la adopción de los llamados Pactos Civiles de Solidaridad con el lema "PACS, ya".

"Esperamos que el Parlamento apruebe rápidamente una ley para el reconocimiento de las uniones civiles como exigen las parejas homosexuales del pesebre", aseguraron los diputados.

"Es injusto que a millones de ciudadanos no se les reconozcan sus derechos, como sí ocurre en numerosos países de Europa", protestaron.

La Rosa en el Puño, formada por el Partido Socialista Democrático Italiano y los Radicales, es una alianza política que defiende ideas progresistas, laicas y liberales.

El gobierno de izquierda liderado por Romano Prodi se comprometió a presentar antes del 31 de enero del 2007 un proyecto de ley para el reconocimiento jurídico de las parejas de hecho, tanto heterosexuales como homosexuales.

La unión civil es un tema controvertido en Italia que incluso divide a la misma coalición de izquierda, ya que los sectores progresistas y de izquierda, como Verdes y Comunistas, presionan por la adopción, mientras los católicos de la alianza quieren evitar todo enfrentamiento con la jerarquía de la Iglesia católica, contraria al reconocimiento de las parejas de hecho y defensora del matrimonio católico.