El gobierno volvió a manifestarse ayer con firmeza ante eventuales manifestaciones contrarias a sus políticas desde las Fuerzas Armadas. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, sostuvo que el Gobierno actuó "con la vehemencia que hace falta", defendió las sanciones a los militares involucrados en un acto en el que se reivindicó la represión ilegal y deslizó que hay "un caldo de cultivo donde este tipo de ideas prende" en el Ejército. "Pareciera ser que hay un caldo de cultivo donde este tipo de ideas prende. Pero que haya habido seis oficiales ya es lo suficientemente grave como para prestar atención", sostuvo Fernández en declaraciones a radio Mitre. Se refería a los seis militares sancionados por haber reivindicado el terrorismo de Estado durante el acto del 24 de mayo en Plaza San Martín, que cumplen arrestos de hasta 40 días en distintas unidades del país y sufrirán el retiro obligatorio de la fuerza. Fernández vinculó ese acto con el hecho de que este mes empezarán los juicios orales contra represores interrumpidos en la década del 80 por presiones y asonadas militares. Y lanzó: "Me parece que el presidente ha sido categórico, con su discurso y con las sanciones. Ante el hecho de que los juicios se aproximan, algunos reaccionan de este modo". "En los ejércitos no se dialoga, no se debate, se dan órdenes y se cumplen", concluyó categórico Fernández. Además de con el acto en Plaza San Martín, el clima enrarecido entre el gobierno y el Ejército se alimentó con la ceremonia por el día de la fuerza en el Colegio Militar. El Ejército sancionó a cuatro oficiales con entre diez y veinte días de arresto por "un comportamiento deficiente" y "fallas en su tarea" por haber permitido el ingreso de personas que buscaron "hostigar" al Presidente. Concretamente, se refirieron a Cecilia Pando de Mercado, la esposa del mayor del Ejército pasado a retiro a fin de año por las reiteradas críticas de la mujer a la política oficial de derechos humanos.