Una mujer que iba en bicicleta murió tras ser atropellada por un vehículo sin conductor operado por Uber, un Volvo XC90, en la ciudad estadounidense de Tempe (Arizona), según informó The New York Times. La unidad formaba parte de la flota de pruebas de la compañía y el hecho ocurrió cerca de las 22 del domingo. Es el primer caso conocido de la muerte de un peatón atropellado por un automóvil sin conductor en una calle pública. Uber anunció la suspensión de las pruebas de vehículos sin conductor que se estaban realizando en Tempe, San Francisco, Pittsburgh y Toronto.

En el interior del vehículo estaba un operario de Uber, que supervisaba el trayecto, como ocurre con todas las unidades con las que se lleva ensayando desde 2016. El accidente tuvo lugar cuando la mujer cruzó la calle fuera del paso de peatones.

El pasado 15 de marzo, otro vehículo autónomo de Uber estuvo involucrado en una colisión con otro automóvil en Pittsburgh. En esta ocasión, no hubo víctimas, pero ambos vehículos sufrieron daños graves. En este incidente, también un operario de Uber supervisaba esta actividad, estaba dentro del vehículo.

"Recibimos una noticia increíblemente triste en Arizona", tuiteó Dara Khosrowshahi, directora ejecutiva de Uber. "Estamos en contacto con la familia de la víctima mientras trabajamos con la policía para saber qué pudo suceder", añadió. "Estamos cooperando plenamente con las autoridades locales en su investigación de este incidente", afirmó la compañía en un comunicado. Uber inició su proyecto de taxis autónomos, en Pittsburh, en septiembre de 2016. Desde entonces sus vehículos protagonizaron varios incidentes.

En su primer día de pruebas en San Francisco (diciembre de 2016), otro Volvo XC90 de pruebas, se saltó un semáforo en rojo. En marzo de 2017, Uber suspendió temporalmente su programa de vehículos sin conductor tras una colisión, en Tempe, donde ocurrió ahora el siniestro mortal. La policía de la localidad determinó, en aquel momento, que el vehículo operado por Uber, que terminó volcando, no fue responsable del accidente, sino del otro automóvil que no le cedió el paso.

En 2016, un conductor murió a bordo de un Tesla Model S, con el Autopilot –sistema de conducción semiautónoma– activado. Se estrelló contra la parte trasera de un camión. Las autoridades de EEUU exoneraron a Tesla del accidente mortal. El organismo rector de la seguridad vial en Norteamérica (NHTSA) indicó que el Autopilot "requiere la atención continua y total del piloto para vigilar el tráfico y estar preparado para actuar y evitar accidentes".