Regalo ideal para millonarios excéntricos: un satélite propio. Este sueño está a un paso de convertirse en realidad gracias al trabajo de la sociedad Astro Research, un consorcio japonés que trabaja para enviar al espacio cualquier objeto que entre en un tubo de 10 centímetros de espesor. El satélite, de 25 centímetros de altura y tan sólo 20 kilos de peso, podrá poner en órbita desde cartas de amor hasta las cenizas de un ser querido (o las propias llegado el caso). El costo del "regalito" será de 883 mil dólares por tubo. Hay bonus: durante los tres primeros años, el comprador podrá seguir por Internet o teléfono celular el curso orbital del satélite que efectuará 14 giros diarios a la Tierra a una altura comprendida entre los 600 y los 800 kilómetros. "Hasta el día de hoy, un satélite era algo inabordable para la gente corriente. Pero el espacio es siempre misterioso y puro. Muchas personas tienen sentimientos románticos en este sentido", explicó en rueda de prensa Ichiro Koite, dirigente de la sociedad Astro Research, con sede en Japón.