Los datos relevados señalan que casi el 50 por ciento de los ingresantes encuentra dificultades a la hora de acceder al pensamiento abstracto, generar ideas y desarrollar la capacidad crítica. Esto impide que se comprenda lo que se lee y que se extraiga el significado de los textos. La conclusión extraída de esta investigación -que tuvo el propósito de descubrir indicadores que permitan predecir el éxito o fracaso en el rendimiento universitario- se desprende de más de 900 casos estudiados en 2007: “El nivel cognitivo de los ingresantes constituye un aspecto preocupante debido a que, según la investigación, cada vez es mayor la información superficial y menor el significado profundo”.
El Instituto de Formación Profesional de esta casa de altos estudios es el encargado de realizar anualmente un perfil académico de cada uno de sus alumnos en el que indaga sobre las aptitudes verbales (capacidad para el manejo de vocabulario académico), el rendimiento en la habilidad lectora (capacidad para extraer información y analizar los componentes explícitos de un texto) y el razonamiento lógico-verbal (capacidad para correlacionar ideas y realizar síntesis de contenidos importantes y/o relevantes). El objetivo es poder confeccionar las acciones pedagógicas adecuadas tendientes a corregir o fomentar variables que mejoren la calidad educativa.
Según el informe, a cargo de las licenciadas Virginia Tarsitano, Alicia Mammoliti y Marta Falcón, más de un 75% de los jóvenes aspirantes posee una riqueza de vocabulario de término medio a superior al momento de ingreso a la universidad.
Respecto de la habilidad lectora, si bien un 41% demuestra poseer capacidad superior para extraer información y analizar un texto, el 42% obtuvieron un rendimiento inferior. El 44% de los ingresantes tuvo importantes dificultades en la abstracción del significado lógico y sintético relevante de un texto. Sólo un 27% se ubicó en un rendimiento superior. Según las investigadoras, esta debilidad puede deberse a "la cultura tecnológica que rodea a los jóvenes que tiende a activar el pensamiento concreto". Asimismo, también pueden encontrarse razones en una "escolarización que fomenta el memorismo arbitrario no sustantivo y el discurso verbal lexical".
En estos casos, la solución debería tender al trabajo "sobre la base de un pensamiento constructivo reflexivo", indican las investigadoras. De hecho, estudios preliminares demostraron un rendimiento en exámenes parciales que se correlaciona con los datos obtenidos, lo cual implica que "que de no mediar una intención de los docentes para modificar el estado inicial con el que ingresan los jóvenes, por simple lectura y manejo de discurso académico no demostrarán avance en el pensamiento crítico propio de la formación profesional integral", concluyen.
Fuente: prensa UMSA


