Pasan a alta velocidad, se escurren entre los muebles y cambian de color, pero son inofensivos. Esos bichos que con la llegada del calor comenzaron a asustar a los rosarinos pasando fugazmente por hogares, jardines y patios no son lagartijas como muchos suponen.

Se trata de una especie que llegó a la ciudad para instalarse en todos los rincones asustando a más de uno. Su nombre científico es gekko y según los biólogos habita en zonas tropicales por lo que su presencia en la zona puede ser cada vez más popular por las altas temperaturas.

Su presencia en esta zona es rara porque son originarios de Asia y llegaron al sur santafesino por la importación de mascotas asiáticas que ya fue prohibida. Sin embargo, con algunos pocos que llegaron hace algunos años, se multiplicaron y se hicieron populares.

El ingeniero Omar Ansaldi, representante local de la Asociación de Profesionales en el Manejo Integrado de Plagas de la República Argentina, dijo a Rosario3.com que son bichos “insectívoros, totalmente inofensivos y no hay por qué matarlos”. El profesional explicó además que es una especie de la familia del Camaleón y que por eso se lo puede ver de distintos colores: “Se mimetizan para protegerse, adquieren el color del lugar donde viven”, sostuvo.

Ansaldi agregó que no es necesario matarlos. “Al contrario, hay que dejarlos vivos porque son un equilibrio para el ecosistema porque se comen otros insectos, incluso los mosquitos aunque no son su plato favorito”, dijo el especialista en fumigaciones. Por otra parte, explicó que la zona donde más abundan está comprendida por la Estación Rosario Norte, Pichincha y el Parque de la Independencia.

La recomendación del especialista consultado es no tirar ningún producto o insecticida, ya que el pariente del camaleón puede seguir vivo y el ser humano intoxicado. “Al fin y al cabo el único mal que puede hacer el bicho es activar la alarma”, concluyó el profesional