No, no fue cosa de niños. Un auto que protagonizó un espectacular choque, aunque con un saldo de cuatro heridos leves, en Dorrego y Córdoba, terminó incrustado en la vidriera de la juguetería Gulliver ubicada en la ochava sureste de esa esquina.

El accidente fue a las 4.30, cuando colisionaron un Volkswagen Gol y un Renault 21. En el Gol, que es el que literalmente entró a la juguetería, iba un grupo de jóvenes y en el 21, que terminó contra una columna, un matrimonio de San Nicolás.

Matías Benzi, titular de la juguetería, contó a radio 2 que se destruyeron los vidrios, el marmol de abajo y los juguetes que allí se exhibía. Y dijo que los choques son frecuentes en esa esquina, que tiene muy buena visibilidad ya que está la plaza San Martín, por la velocidad a la que pasan los vechículos.

En esa ochava suele dormir un indigente que obviamente se despertó y de pronto vio cómo muy cerca suyo el Gol se metía adentro de la juguetería.