Parecería haber quedado muy atrás la crisis de 2001 y la debacle económica por la que atravesó el país en los dos años posteriores a aquel caótico fin de año. La retracción en el consumo dejó sus huellas en cientos de comercios que cerraron sus puertas, pero desde 2005 y en especial en el 2006 a punto de concluir, la historia cambió su rumbo.

Resurgieron pequeños y grandes comercios que durante estas fiestas navideñas volvieron a trabajar como antes de la crisis o mejor, a juzgar por los volúmenes de ventas y la circulación de público en shopping y centros comerciales.

“Afortunadamente, el panorama mejoró", asegurö Elías Soso, presidente de la Asociación Empresaria de Rosario. "Y el ritmo de consumo creció no sólo en los comercios de la zona céntrica, que siempre se ven más beneficiados, sino también en los barrios”, ´señaló.

Según Soso, para la subsistencia de los negocios barriales es imprescindible la recuperación de un valor bastante olvidado: la fidelidad del cliente que vuelve a comprar en los centros comerciales más cercanos al lugar donde vive y no sólo en el centro.

Los rubros más favorecidos por la demanda fueron juguetería, indumentaria y venta de celulares, que sumados a otros productos menos requeridos arrojaron un incremento del 20 por ciento en relación con el año anterior.

“También hay que destacar la demanda de productos nacionales", sostuvo Soso, "ya que a pesar de que en electrónica y en juguetería, los artefactos más sofisticados son de procedencia importada, la gente se ha volcado a los productos de factura nacional, por su precio y su calidad. Esto no sólo favorece al comercio, sino que también estimula a la industria argentina”, asegura el representante del empresariado local.