El mito popular es que Rosario es la capital del helado. Y, al menos en 2006, la movida local de esa industria no defraudó. Es que aunque hacía algunos años que registraba crecimiento, el año pasado hubo un salto importante: desde la Cámara del Helado Artesanal confirmaron que la actividad creció un 20 por ciento. Y que hubo más de un millón y medio de pesos invertidos tanto en nuevas plantas como en nuevos productos.

"El balance es positivo, se ha trabajado mejor, con más venta. La situación económica del país ha mejorado y nos beneficia", admitió Juan Curi, en De 12 a 14, presidente de la entidad que nuclea a más de 200 heladerías artesanales. No todo fue color de rosa: "Tuvimos algunos contratiempos como tormentas muy fuertes y cortes de energía eléctrica", señaló. Curi señaló que el crecimiento "de casi un 20 por ciento" en la actividad derivó en que "la mayoría de las empresas hayan incrementado su personal".

En esa misma línea, Ariel Bakst, un heladero artesanal, celebró que "el 2006 fue un buen año para el helado, en el que hubo un crecimiento visible respecto de año anterior". El empresario sostuvo que "desde 2002 crecimiento, pero en 2006 se confirmó esta evolución, que venía despacio y ahora se aceleró".

Bakst sostuvo que, según las estadísticas, "los argentinos consumen entre 3 y 3,5 kilos por año, pero año la debemos superar". La dificultad de recolectar datos radica en que "el mercado está atomizado", explicó. "Hay tantos jugadores que es difícil sacar estadísticas reales, pero indidablemente el consumo supera los 4 kilos per capita", remarcó. Sin embargo, el empresario subrayó que el consumo "debería rondar enter 6 y 7 kilos per capita", ya que el consumo de los argentinos se ubica debajo de la media internacional.